Será la negatividad del Calderón

Ya lo dijo Cerezo: “Quien sea negativo que no venga al Calderón”.
Debieron ir con un ánimo negativo los trescientos rojiblancos que fueron ayer a Tenerife a animar al Atlético de Madrid. Supongo que silbarían a Asenjo en el calentamiento, y un nuevo balón colgado al área pequeña en el minuto dos volvió a convertirse en una bola de fuego envenenada para el palentino, que prefirió esperarla debajo de su larguero, y al final la recogió en la red.
Llegó hasta allí porque Juanito, Ujfalusi y Assunçao, todos ellos juveniles empezando en esto del fútbol, también debían estar atenazados por la presión. El primero volvió a fallar por arriba para que Alfaro prolongara en el primer palo. El segundo y el tercero quedaron petrificados viendo cómo Nino la empujaba a placer, con un compañero solo al lado por si hacía falta (1-0).

SIEMPRE LA MISMA HISTORIA
Es la historia de siempre. La misma indolencia e ineptitud que la semana pasada permitió marcar dos goles similares a Fuster y a Llorente. La misma incapacidad que propició el gol de Bruno Alves en Champions. Siempre en balones aéreos en jugadas que no es que estén mal defendidas, es que simplemente no se defienden. Apuesto a que antes de que se saque un corner o falta lateral en contra, nuestros defensas le dicen al contrario: “Oye, no te muevas mucho, que me despisto”. O, “no corras que me canso”. Lástima que estos rivales no les hagan caso. Mecachis...
Así que, un domingo más, llegué al bar de turno con el Atleti perdiendo, tónica que, pese a lo habitual, no deja de sorprenderme.
Hasta mi llegada, Onda Madrid me contaba que los de Quique volvían a hacerlo de pena, que dominaban y jugaban como un grande,inconscientes de que lo que ahí se estaban jugando eran las habichuelas de un equipo pequeño: la permanencia. Tuve que quitar la SER, porque entre los chasquis, la Segunda B, la quiniela hípica y la publicidad, lo que pasaba en el Heleidoro sólo podía imaginármelo.
Así que en Onda Madrid escuchaba cómo sólo Forlán, al que todos esperaban, pero tendrá que ser en 2010, probaba fortuna con un disparo desviado antes del cuarto de hora. El uruguayo volvió a ausentarse, cuando era el líder al que se esperaba ante las ausencias de Agüero y Reyes.

SÍ APARECIÓ JURADO
Por fortuna sí resurgió un hombre que llevaba varias jornadas apagado, y esta vez no era por la falta de minutos o por estar fuera de sitio. A los 22 minutos, Jurado se metió hasta la cocina tras una pared con Forlán y superó a Sergio Aragoneses de un tremendo derechazo (1-1). ¡Qué recuerdos le trae a uno Aragoneses, colándosele por debajo del sobaco un tiro de Solari a los cinco minutos en un derbi! ¿Serán los porteros? ¿Serán los derbis? ¿O será el Atleti?
Pero volviendo al Heliodoro, que no quiero deprimirme aún con más penurias, el juego rojiblanco volvía a ser plano, y uno tenía que hacer auténticos esfuerzos para mantenerse concentrado en la pantalla, y no distraerse hablando con la novia del plan de Nochevieja, de la nueva nariz de Belén Esteban o simplemente mirando cómo se derriten los hielos en el vaso...

PENALTI INJUSTO, PARADA DE ASENJO
Y entonces uno se despierta porque nos han pitado penalti. ¡Otro penalti en contra! La víctima, el joven Domínguez, que se desespera enseñándole la marca del balonazo en el pecho al prepotente de Pérez Burrull, que ha visto mano. En la repetición se aprecia cómo, no sólo no la da con la mano, sino que esconde el brazo tras el cuerpo.
Entonces uno sueña en voz alta con que Asenjo pare el penalti ante lo injusto del castigo y el sueño se cumple. El portero rojiblanco adivina el lanzamiento de Nino y lo rechaza. Entonces uno sueña con que el equipo aproveche el acierto de su joven guardameta y gane el partido. Pero eso ya es mucho soñar. Mejor sigue mirando cómo se derriten los hielos del refresco...
En la segunda parte, Asenjo acumula paradas en disparos lejanos y Perea salva un tiro a bocajarro de Nino...
Mientras, a Aragoneses sólo se le ve en alguna salida a pies de Simao o de Maxi, del que muchos dicen ayer pudo ser su último partido de rojiblanco.
Y Quique comienza el carrusel de cambios: retira al antiguamente conocido como La Fiera (el momento de venderle fue el verano. Veremos qué nos ofrecen ahora por un tío que queda libre en seis meses...) y a Jurado. Que, además del gol, era el único que con sus bicicletas provocaba cierto desequilibrio.

AL FINAL PUDO GANAR... Y PUDO PERDER
En la recta final, el partido se duerme y el Atleti se hace con el control. Y entonces llegan tres claras ocasiones. Primero, Forlán recibe solo en el segundo palo y dispara fuera sin convicción. Después, Juanito le quita un cabezazo a Sinama. Y ya en el descuento, llega la más clara.
El propio Sinama recibe solo en el segundo poste y decide dar el pase de la muerte a Forlán cuando debió jugársela él. La pelota no llega a su destinatario y se pasea por delante de la línea. El Tenerife aún tuvo una, nuevamente en botas de Nino.

SIN CONFIANZA
Y es que en este Atleti de hoy, la confianza brilla por su ausencia y todos prefieren pasarle el turno al compañero.
Ya se sabe, el ambiente de nerviosismo que transmite el Calderón. El próximo partido, 2 de enero a las diez de la noche en el Calderón y rondando los cero grados, quizá unas gradas vacías ayuden al equipo a sacar la cabeza.
De momento, anoche se sacó un punto para seguir sufriendo en el campo de un rival directo, y la zona roja acecha a sólo dos puntos. ¡Feliz 2010!