
TRAS LOS REGALOS DE ANOETA...
Al Atleti le hicieron dos regalos en Anoeta que supusieron dos goles. El penalti por mano de Tiago que no fue pitado y en la contra acabó con gol del Atleti (también es mala suerte que fuera ésa y no cualquier otra jugada la que acabara en gol) y el 1-2, en el que el Kun remata un pase de Ujfalusi en supuesto fuera de juego (digo en supuesto porque habiendo visto la jugada cien veces, incluso habiendo ayudado a los compañeros de realización a “tirar” la línea, Agüero está más adelantado que la zaga realista, pero con uno de sus pies a la misma altura que el balón).
El caso, que se habló mucho de esas dos dádivas para justificar nuestra victoria (mucho más que de los tres penaltis en Villarreal, el del Bernabéu o el del Almería. Cinco en tres jornadas…) y este sábado, perdimos por el árbitro. Así de claro.
TEIXEIRA AYUDÓ MUCHO AL ESPANYOL
Resulta contradictorio que me centre ahora en el árbitro, Teixeira Vitienes, cuando hace un mes (tras los tres penaltis de Villarreal) sentencié que estaba cansado de echar la culpa a los colegiados y que Ramírez Domínguez no era el causante de nuestra derrota.
La diferencia es que el Villarreal nos ganó en buena ley, haciendo un buen fútbol y golpeando en los minutos decisivos, mientras que el Atleti no tiró un disparo a puerta.
Este sábado, el Espanyol marcó dos de sus tres goles de forma ilegal (el penalti por manos de Reyes no es penalti, y el 1-2 llega en una clara falta de Osvaldo a Perea) y el Atlético de Madrid fue el único equipo que llevó el peso del choque, tuvo las mejores ocasiones y se vio obligado a remar contra viento y marea por el capricho de un colegiado atolondrado.
ESTADÍSTICAS MUY ROJIBLANCAS
Y es que los números no engañan: 57%-43% en posesión para los rojiblancos; casi el doble de tiros a puerta (23 por 14); y mientras que De Gea sólo hizo cuatro paradas, el inefable Kameni se desmarcó con 13 intervenciones…
Los números del colegiado cántabro tampoco engañan: nueve amarillas mostradas, siete de ellas en la primera parte, lo que me obligó a consultar su nombre en el periódico antes del descanso, algo a lo que sólo acostumbro cuando la actuación del árbitro se merece esa atención…
VAYA MANOS DE REYES...
Su primer gran mérito llegó en el minuto 20, cuando señaló penalti tras una falta que José Callejón estrelló contra la barrera. Desde el campo uno ya estaba indignado, ya que esos penaltis por manos en la barrera se pitan uno al año. Pero tras ver en la televisión cómo la pelota golpea en los brazos de Reyes, recogidos contra el pecho, la indignación es mayor.
Luis García transforma el penalti y comienza la odisea. El Atleti tardó en reaccionar, pero su acoso fue in crescendo en los minutos finales del primer acto. Los corners y las faltas lateral se fueron acumulando, Agüero y Forlán probaron a Kameni, y en el descuento llegó el merecido tanto. Kameni repele un cabezazo de Tiago tras saque de esquina, salva a bocajarro y sobre la línea un posterior remate de Godín, pero ya no puede hacer más ante Tiago, que la revienta a la red. 1-1, importante empatar antes del descanso.
OTRO "EMPUJONCITO" DE TEIXEIRA
La segunda parte comenzó como había terminado la primera: un pase en profundidad de Reyes dejó a Simao en un mano a mano con Kameni, pero el camerunés tapó cualquier resquicio en su salida.
Sin embargo, a los siete minutos, llegó el 1-2. En un balón dividido en el flanco izquierdo, el potente Osvaldo carga con dudosa legalidad a Perea mandándole a la lona. Así, consigue sacar un disparo que De Gea apenas despeja en una extraña pose (¿qué hizo ahí De Gea?) dejando un rechace blando que Verdú empuja a gol. 1-2 y de nuevo a remar contra corriente.
GOLAZO DEL KUN Y VISOS DE REMONTADA
Pero los colchoneros volvieron a rehacerse, porque el partido hecho por los de Quique esta vez sí fue merecedor de la victoria. Forlán avanzó en línea de tres cuartos, oteó el horizonte y se sacó un precioso pase entre líneas para el desmarque del Kun, que definió con un golpe de billar: tac, firme, certero, al hoyo… 2-2.
Quedaban más de 20 minutos, el equipo estaba enchufado, la afición caliente de espíritu para combatir los cero grados a orillas del Manzanares. Todo apuntaba a la remontada de los rojiblancos, llevados en volandas por su hinchada…
OSVALDO NOS DEJÓ HELADOS
Y con esa confianza bajé al baño del vomitorio 49. Volví rápido a las escaleras, la chaqueta no me cerraba, la cremallera se había salido. Me estaba quedando helado. Entonces, levanto la vista y veo conectar una asombrosa volea a Osvaldo que se convierte en el 2-3.
Consigo cerrar mi cremallera con esfuerzo, pero ya era tarde. El frío había entrado en mi cuerpo y me había calado hasta los huesos. Igual efecto que el causado por el gol de Osvaldo en los once de rojiblanco. Restaban doce minutos, pero estaba acabado.
Tanto jarro de agua fría es demasiado peligroso a estas temperaturas. La Champions se aleja con el Espanyol a cinco puntos. No fue justo. ¿Pero quién dijo que hubiera justicia en el fútbol? El título es irónico. Que le pregunten a Teixeira.