A los leones...

Ayer no me encontré entre los 35.000 valientes que acudieron al Vicente Calderón a mojarse, pasar frío y ver, una vez más, perder a su equipo.
Y no porque haya renegado de volver al estadio (como ya han hecho algunos), aunque no será porque no lo merezcan, sino por el hecho de que nuevamente me tocó verlo desde la redacción.
Desde allí, como ante el Sporting, confiaba en una victoria. Más aún con la vuelta de Reyes y Agüero. Pero volví a equivocarme.
Vale que el partido se vio sensiblemente marcado por el penalti y la más que rigurosa expulsión de Perea en el minuto 39, pero la realidad es que, a 30 de enero de 2011, el Atlético de Madrid está séptimo, con la mitad de puntos que el Barcelona tras sólo 21 jornadas disputadas (58 por 30), a diez puntos de la Champions que este lunes pueden ser trece, y, algo que parecía impensable, con la UEFA también en serio peligro: a cinco puntos del Athletic y con el goal-average perdido.
Hay quien se pregunta si corremos riesgo de descenso, aunque eso es una auténtica utopía, ya que con cuatro triunfos en 17 partidos la permanencia estaría asegurada.

SIN RUMBO, NI ILUSIÓN
Lo verdaderamente preocupante es poder ver al equipo sin nada en juego en el mes de abril o mayo y, sobre todo, tener a una plantilla desmotivada, sin objetivos ilusionantes, un entrenador en el disparadero, unos futbolistas pensando más en una posible salida que en defender esta camiseta, y una directiva que ha desmoronado en pocos meses un proyecto que parecía afianzarse.
En torno a Simao, Reyes, Agüero y Forlán, y con las brillantes apariciones de De Gea y Domínguez se podía construir un equipo que luchara por cotas altas. Sin embargo, Simao ya está en Turquía, Forlán no tiene la cabeza en este club (no sé si por él, o porque no saben gestionarle), Domínguez es suplente, y este lunes se presenta la renovación a la baja del Kun Agüero, antesala ineludible de su futura venta.

¿KUN AGÜERO AL REAL MADRID?
Por si esto fuera poco, se empieza a hablar en exceso de que este traspaso podría producirse rumbo a Chamartín. No creo que esa noticia se produzca finalmente, pero quizá el objetivo sea que acabemos dando gracias "porque lo vendan a quien sea, menos al Madrid"... Vergonzoso.
Lo único que tengo claro en este asunto es que fue el propio Gil Marín el que llamó a José Ramón de la Morena para filtrarle la oferta llegada desde el Bernabéu, y dudo mucho que su intención fuera distraer de la crisis deportiva metiendo el miedo en el cuerpo del aficionado atlético con la escalofriante idea de un Kun Agüero de blanco...

AGÜERO Y FORLÁN, ACTIVOS EN LA PRIMERA PARTE
Ni siquiera el argentino pudo anoche evitar una nueva derrota rojiblanca, la novena en 21 partidos (el mismo número que victorias...), y eso que lo intentó en el primer acto.
A los 13 minutos, dejó pasar un balón que llegó franco a Forlán, pero el uruguayo tiró blando con la zurda. A los 21 minutos, se deshizo de su par y sacó un buen disparo cruzado que blocó Iraizoz. Y a los 32, un potente derechazo obligó al meta vasco a estirarse.
En honor a la verdad hay que reconocer que Diego Forlán también estuvo activo, aunque tristemente desacertado. Además de la ocasión citada, dispuso de un zurdazo desde la frontal que Iraizoz repelió a la parte superior del larguero (tras una falta atrás de Reyes en la que casi se choca con Assunçao...) y tuvo la jugada que podía haber cambiado el partido en el minuto 43.
Sólo cuatro minutos antes, Fernando Llorente había lanzado fuera el penalti cometido sobre él por Perea (Por cierto, ¿cuántos penaltis son ocasión manifiesta de gol y, con el criterio aplicado por Teixeira, deberían acabar en expulsión?), entonces, Assunçao roba un balón en medio campo y da un pase adelantado a Forlán que le deja solo ante Iraizoz con una carrera de 30 metros para pensar cómo meterla. Hace poco tiempo, el uruguayo hubiera metido diez de diez como ésta. Sin embargo, ayer la mandó fuera. Mientras que Agüero, que acompañaba la jugada, palmea el suelo y se echa las manos a la cabeza, Forlán no hace ni el más mínimo gesto de contrariedad.
Sólo dos minutos después, un perfecto centro desde la derecha de Iraola es rematado a placer por Toquero (0-1). Varios metros por detrás, Elías levanta la manita pidiendo un fuera de juego inexistente. ¿Y qué hacía Elías ahí? Pues Quique le colocó de lateral derecho tras la roja a Perea. Total, por cinco minutillos qué iba a pasar...

EN EL SEGUNDO ACTO SE SELLA LA DEFUNCIÓN
El "inestable" Domínguez saltó para recomponer la defensa en el segundo periodo por el invisible Elías. Y durante cuarto de hora el Atlético dio sus últimos coletazos antes de morir, agarrados a Reyes. El utrerano está eléctrico, pero últimamente se muestra algo obsesionado con el gol.
En la primera parte estuvo a punto de marcar tras una buena jugada personal, pero su tiro se lo encontró Iraizoz, cuando Forlán estaba solo.
Tras el descanso, una internada hasta línea de fondo en la que no acabó por centrar, y un disparo desde fuera del área tras un bonito caño, fueron sus cartuchos. Un cabezazo arriba de Godín fue todo antes de la puntilla.
Una puntilla que estuvo cerca de lograr Fernando Llorente a los dos minutos de la reanudación, tras rematar solo entre los dos centrales un centro desde la izquierda.
El golpe de gracia lo asestó nuevamente Toquero (que no había marcado en toda la temporada...) tras una perfecta triangulación Javi Martínez-Iraola-Toquero (0-2), en la que Filipe Luis no sigue al extremo guipuzcuano, y Godín se queda mirando cómo anota el delantero de Vitoria. Igual por eso no juegan los fichajes de los 25 millones...
Quiero destacar la figura de Javi Martínez. Un auténtico pulmón en medio campo, con su presencia y su garra es capaz de sostener por sí solo a todo un medio campo. Se merendó a Tiago y a Assunçao y encima tiene llegada. En dos ocasiones estuvo rozando el gol. Todo un portento. Igualito que Raúl García y compañía...
Con ese tanto, el Atleti murió. Por delante, media hora de impotencia, de pases fallidos, y una jugada que resume el choque: Domínguez va a sacar de banda en línea de tres cuartos, durante 15 interminables segundos busca un compañero que se ofrezca, y finalmente se ve obligado a sacar atrás para Godín...

"GIL CABRÓN, FUERA DEL CALDERÓN"
En el descuento, con un Calderón casi vacío, pegué la oreja al televisor para escuchar la reacción de nuestra grada. Y pude escuchar con claridad un "¡Gil cabrón, fuera del Calderón!" que me encargué de meter luego con sus subtitulos en Futboleros, para ver si queda claro.
Desde luego este año la temporada tiene difícil solución, y se va a convertir en el peor ejercicio desde hace tres o cuatro años (justo cuando se marchó Torres y, supuestamente, el equipo empezó a crecer). Curiosamente, en las celebraciones de la UEFA, Gil Marín vendió que ese título "supondrá un punto de inflexión y el comienzo de más alegrías para la afición".
Quizá, vistos los resultados, es hora de que alguien se planteé otro tipo de "puntos de inflexión"...