viernes, 20 de abril de 2012

Un Atleti sin descuentos

Lo dio todo el Atlético de Madrid en la preciosa noche europea vivida este jueves en el Vicente Calderón. Desplegó todo el potencial de su juego en calidad e intensidad, sin ningún tipo de descuento. No hubiera hecho falta tampoco aplicar el 50 por ciento de descuento a los socios para haber llenado el estadio, si se hubiera sabido de antemano el espectáculo que depararía esta ida de las semifinales de UEFA. Aunque ese descuento, unido a lo asequible de las entradas (30 euros la más barata, cuando hace dos años en esta misma competición y ante este mismo rival, pero en cuartos, el precio fue de 50 euros... sin descuento alguno), habla bien a las claras del descenso de aficionados que debe estar experimentando el club.
Pero el principal descuento que le sobró al Atleti fue el aplicado por el árbitro en ambas partes. Un minuto que terminó en tres, en la primera, y cuatro en la segunda. En el último segundo de ambos añadidos, el Valencia encontró dos goles en una eliminatoria que anoche ya debió quedar resuelta. Pero el Atleti le "descontó" parte de lo cara que debió salirle esta derrota.

EL ATLÉTICO PROPUSO ANTE UN VALENCIA COBARDE
Y es que el Atlético fue el único que salió a proponer fútbol desde el minuto uno. Es increíble ver la cobardía del Valencia y de Unai Emery, que en ningún momento salió a por el partido en el Manzanares, como ya hiciera en el 0-0 de Liga.
Sin embargo, algún mérito tendrán cuando un equipo que se ha tenido que desprender en sólo dos temporadas de Villa, Silva y Mata (y digo que han “tenido” porque al menos ellos reconocen que el motivo es su deuda acuciante. Aquí se vende que los jugadores juegan donde quieren jugar...), va camino de firmar el tercer puesto de Liga por tercer año consecutivo.

EL 1-0 LLEGÓ PRONTO
El Atleti dominaba con claridad incontestable comandado por un Arda Turan que encaraba en cada acción. Así, llegaron las dos primeras ocasiones en disparos de Adrián y Diego que atajó Alves.
A la tercera, llegó el tanto. Fue un gol inesperado, porque parecía un balón malogrado por línea de fondo tras un mal control de Arda. Pero el turco jamás da un balón por perdido, fue al suelo robando la cartera a Rami, y su centro rebotó en Jordi Alba yendo a parar al de siempre, que con la cabeza puso la bola fuera del alcance de Alves. Radamel Falcao. Casado con el gol (1-0).
Los rojiblancos se relajaron durante algunos minutos, pero el panorama no cambió. El dominio seguía siendo colchonero y la presión arriba de los de Simeone propiciaba los errores en defensa de Víctor Ruiz o Rami, que parecían cadetes regalando balones al contrario y pegando patadas al aire. Sin embargo, el Atleti no logró aprovechar ninguno de esos regalos, mientras que el Valencia encontró el suyo en el 48.

EL PRIMER DESCUENTO...
Un minuto de descuento señalado por el inglés Thompson, falta en medio campo a favor del Valencia. Gabi debe ser atendido en la banda por un codazo. Yo mientras escribo por whatsapp, confiado en que esto se ha acabado. Mi amigo Ger se había bajado a mear. Pero el árbitro permite el lanzamiento de la falta. Courtois despeja a corner el balón colgado y choca con Rami. Se encaran, y cuando todos esperan que pite la clásica falta al portero, señala corner. Gabi vuelve al campo, pelea alborozado con Jonas. Topal saca el corner, el propio Rami prolonga en el primer palo, y Jonas se anticipa a un Gabi aún aturdido. 1-1. Y sin haber tirado a puerta.

Un 1-1 en Europa cambia radicalmente las cosas por mucho que el Atleti estuviera siendo superior. El discurso de apretar en el inicio del segundo tiempo para buscar un confortable 2-0 torna ante la imperiosa necesidad de lograr una renta para la vuelta.
Pero apenas reanudado el choque, Diego cuelga una falta lateral y la cabeza de Miranda aparece para restablecer la situación. 2-1. No es lo mismo, pero era una ventaja.
El público, que celebró el primero con cautela, se desata, y se despoja del pánico generado por el gol ché.

EL ATLETI SE DESATA
Y el que se desata es el Atlético sobre el campo. Dos minutos después, Adrián finaliza desde lejos de manera extrañamente egoísta lo que era un tres para dos, y en el nueve de la reanudación, el 3-1.
Adrián recoge un buen balón en la frontal, rompe a Víctor Ruiz con un poderosísimo cambio de ritmo y supera a Alves con un toque perfecto a su palo largo.
El asturiano tiene un sprint corto digno de los más grandes, pero debería explotarlo muchísimo más. Apenas seis goles en Liga son un exiguo bagaje para el potencial de este delantero. Un punta que, como el equipo, se desmelena en Europa (donde ya lleva diez).
Entonces el Atlético explota: Adrián busca las cosquillas de Alves junto a la cepa del poste, y Arda también le exige en el rechace; Diego se gusta con un eslalón que termina desviado, con una falta a la escuadra que salva el meta brasileño, y con un repertorio de pases de estilista que despiertan la ovación de la grada; Filipe apura línea de fondo en cada jugada, con autopases de espuela incluidos, pero no termina de precisar los centros; y cada saque de banda a favor del Valencia en campo propio se convierte en una tortura para los de Emery, que no son capaces de achicar balones ante la voracidad colchonera.
Y Ger me dice orgulloso que nunca vivió un partido tan plácido en el Calderón. A lo que le replico con insistencia que hay que meter el cuarto. “Esto hay que matarlo aquí”, sentencio.
Y FALCAO MATA AL VALENCIA
Y Falcao me oye. Un precioso cambio de juego de Diego deja en ventaja a Falcao. Controla con el pecho, pero Mathieu y Víctor Ruiz le dan caza. Sin embargo, el colombiano recorta hacia el centro, parece que no tiene posibilidad de remate, pero se saca un zurdazo casi cayendo que se estrella en la misma escuadra y cae en picado al fondo de la red (4-1). Falcao se levanta del suelo y tiene que mirar dos veces para cerciorarse de que está dentro. Y los 50.000 de la grada hacen lo propio mientras se reparten abrazos que recuerdan en algo a los de hace una semana contra el Madrid. Y es que ese gol huele a Bucarest.
Entonces mi padre me pregunta: "¿Te imaginas un partido así contra el Madrid?" Y le respondo que la verdad es que no, que ni me lo imagino. Porque estas noches mágicas se han vivido ante el Barça, el Valencia, el Sevilla o el Liverpool. Pero nunca, nunca, ante los blancos. Pero hoy no es día de acordarse de los vikingos.

LA FIESTA... Y EL SEGUNDO DESCUENTO
Y el Atlético continúa con su aplastante asedio a los valencianistas. Y las bufandas bailan al viento, y los hinchas hacen la ola, y el "Te quiero Atleti" inunda la noche madrileña proclamando lo que es un amor eterno, contra viento y apropiaciones indebidas.
Pero el descuento, de nuevo el descuento, propicia un gol inesperado e inmerecido de Ricardo Costa en un nuevo corner en el último suspiro (4-2). La afición valencianista apenas sí lo celebra, entre avergonzada y compungida. Puede abrir una eliminatoria. Pero yo lo tengo claro. Estaré en Valencia... y estaré en Bucarest. “¡Volveremos, volveremos...!”.

1 comentarios :

David dijo...

Fue un partidazo tremendo. Una segunda parte para enmarcar. De esas que se recuerdan mucho tiempo. Y por mucho que quieran desprestigiar esta competicion, se va a llegar a la final goleando al Valencia, el tercero de nuestra Liga al que el Madrid fue incapaz de hacer un soo gol hace dos semanas.

Un saludo y nos vemos en Bucarest!!