lunes, 15 de diciembre de 2014

Frío

JORNADA 15- ATLÉTICO 0-1 VILLARREAL 
Goles: Vietto.
Cuando el frío se te mete muy dentro en el cuerpo, de verdad, hasta los huesos, es imposible sacárselo. Hay fríos, de hecho, que son peores que los generados por las temperaturas gélidas. Provienen de las sensaciones, de los sentimientos, y donde calan es en el alma. Cuando eso ocurre, lo mejor es acostarse y esperar un nuevo día. El domingo en el Calderón, ambos fríos se apoderaron de mí, y estoy convencido que también de muchos aficionados colchoneros de bien. Pero de los de verdad. No de los que cantan orgullosos cuando el equipo pierde.

UN MAL DÍA
Que el domingo fue un mal día para mí no les sorprenderá a nadie. Si les digo que lo mejor que me ocurrió en todo el día fue encontrar unos calzoncillos que creía perdidos (es verídico) se lo digo todo.
Una absurda discusión con mis amigos por una invitación de más a la cena de Navidad y un encuentro indeseado fueron los desagradables preludios al Atlético-Villarreal.
“Si el Atlético no pierde hoy, cerrará todo 2014 invicto en el Calderón”, rezaban los periódicos. Y una victoria nos colocaba empatados a puntos con el Barça en el segundo puesto de la parrilla.

Y salieron a ello los del Cholo en los primeros minutos, pero su único acercamiento con peligro fue un derechazo de Koke desde fuera del área que se fue abriendo hasta perderse a la izquierda de Asenjo.
Los corners (pocos) se quedaban cortos; las genialidades de Arda no encontraban rematador; los saques de banda se pitaban para el lado contrario; y en cada jugada se reclamaba una mano amarilla. Una locura.

UNA TRISTE DIVISIÓN EN LA GRADA
Todavía peor era lo que acontecía en la grada. Con el Frente Atlético en huelga (lo que queda de él. O lo que entró al estadio), sin emblemas y sin voz, el resto del público intentó asumir el papel de animación. Sin embargo, sin la fuerza de un coro de 3.000 ó 4.000 hinchas que marcan al unísono las canciones y el resto del estadio les sigue, los brotes musicales de grupos de 15 ó 20 personas son más difíciles de seguir.
De hecho, en determinados momentos mientras que un lado del estadio coreaba “Atleeeeti, Atleeeeti”, en mi fondo estábamos con el “Ahora, ahora, ahora Atleti ahora”. Habrá que afinar.
Para colmo, los del Frente sólo abrieron la boca para corear un “Si no nos quieres, no cantes mis canciones” que fue reprobado con pitos del resto de la grada. Me pregunto cuántas de las canciones que canta el Frente han sido creadas por ellos mismos, porque al menos el 90 por ciento son meras copias de los mismos cánticos que se escuchan en otros estadios cambiando el “Atleti” por el equipo de turno.
Sólo volvieron a cantar para proclamar un “Atleti somos nosotros” cuando marcó el Villarreal. Se me ocurren muchas personas que son más el Atleti que ellos. Y lo peor es que se alegrarían de la derrota...

Volviendo al fútbol (porque no queda otro remedio) un buen zurdazo de Tiago con el interior devolvió la atención al césped, pero Asenjo lo sacó con un paradón cuando parecía dentro. Hasta entonces, el Villarreal se limitó a estar bien ordenado atrás, y sólo avisó en una contra que Cherysev finalizó con un flojo disparo, después de un balón perdido por Raúl García tras un corner a favor.

UN GOL FATALMENTE ANULADO
El segundo acto lo comenzó Vietto con un zapatazo a la izquierda de Moyá desde la frontal. Era un aviso del destrozo que nos haría después la joven perla argentina.
Sin embargo, en esos instantes el Atleti todavía tenía el control del partido.
Godín ganó por arriba una falta colgada por Gabi, Mandzukic recibió solo entre una nube amarilla, pero su disparo a bocajarro lo sacó un rapidísimo Asenjo.
Y si alguien estaba por la labor de ganar era Arda Turan. El turco recibe en el flanco derecho del área, hace uno, dos, tres, mil recortes, y cuando todos pensaban que ya no podía hacer más, rompe con un nuevo quiebro a Cheryshev, la pone en la cabeza de Mandzukic en el segundo palo, y testarazo a la red. El Calderón estalla de júbilo y esta vez sí al unísono descarga toda la tensión contenida. Pero entonces, la mano levantada de Pérez Montero (un esperpento) anula el tanto. No daba crédito, ya que no podía ser fuera de juego. Ya en casa, pude comprobar cómo el gol fue anulado por una supuesta falta merced a un tremendo piscinazo de Mario Gaspar que habría firmado el mismísimo Cristiano Ronaldo. Tremendo.

EL VILLARREAL MATABA A LA CONTRA
El partido debió encarrilarse en ese punto, pero tras la anulación entró en una espiral que nos llevaría a la derrota. Los ataques rojiblancos eran cada vez más atropellados e imprecisos, los cambios no ayudaron (Cerci ya se puede ir con un lazo en vez de la diadema), y el Villarreal sumaba contras cada vez más peligrosas.
“Está más cerca el 0-1 que el 1-0”, le dije a mi padre.
Miranda, por confiarse y querer llevarse un balón picadito ante Cheryshev, perdió una bola mortal que no acabó en gol por un mal control de Vietto cuando estaba solo.
Después Moyá respondió con una gran manopla derecha a un trallazo de Cheryshev, y a falta de cinco minutos Vietto puso la puntilla. El argentino recibió en línea de tres cuartos en carrera hacia el lado izquierdo, rompió a Godín con un recorte soberbio hacia la derecha, y batió a Moyá con la frialdad que le faltó en el control de unas líneas más arriba (0-1).

Y así nos dejó a todos los del Calderón. Fríos. ¿A todos? No. Entonces a algunos sí les entraron ganas de cantar. Winter is coming.

2 comentarios :

Mauricio dijo...

Por primera vez en la temporada me perdí los primeros 45 minutos del equipo. Así que solo vi el segundo tiempo y coincido contigo: frío.
El Atlético hizo un partido muy feo. Quizá de los peores que le he visto en los últimos años. Y si a esto le unimos que nos anula un gol legal pues la noche no pintaba bien.
Una lástima porque deportivamente era un victoria super importante. Ahora nos quedamos a siete puntos de Madrid y a tres del Barcelona. Aunque queda camino en casa no se puede patinar más.
Y lo de la grada, el FA se ha destapado él solito. La verdad estoy un poco cansado que son los únicos seguidores del equipo. Soy del Atlético desde que tengo uso de razón. He disfrutado, he sufrido, he viajado y he ido al estadio como el que más. Soy socio del Club. Nunca he estado con los ultras. Y me considero tan del Atleti como ellos. Incluso en este caso más, porque jamás me he alegrado que perdieramos o he increpado a gente de mi propia afición.
Por lo que vi por televisión y después he visto y leído, vergüenza ajena.
Lo importante el equipo y la afición. Y ahora más que nunca Forza Atleti!

Alberto Sánchez Fernández dijo...

"Y lo peor es que se alegrarían de la derrota..."

Estos comentarios salen de creerse la "mejor afición de mundo" y no darse cuenta que es gracias al trabajo y el esfuerzo de unos pocos.

Espero que todos esos atléticos que son tan atléticos como todos se curren tifos y animen durante los 90 minutos.

Recuerdo muy bien la temporada en la que descendimos un partido contra el Athletic en casa ya en una situación bastante complicada en la clasificación. Perdíamos o empatábamos y se puso a granizar, todos esos grandes atléticos, que ahora hay, se refugiaron en los vomitorios mientras "los que se alegran" se quedaron a animar.

No estoy defendiendo actos deplorables. Pero tampoco me gusta la hipocresía con la que se trata el tema.