JORNADA 15- ATLÉTICO 0-1 VILLARREAL
Goles: Vietto.
Cuando el frío se te mete muy dentro
en el cuerpo, de verdad, hasta los huesos, es imposible sacárselo.
Hay fríos, de hecho, que son peores que los generados por las
temperaturas gélidas. Provienen de las sensaciones, de los
sentimientos, y donde calan es en el alma. Cuando eso ocurre, lo
mejor es acostarse y esperar un nuevo día. El domingo en el
Calderón, ambos fríos se apoderaron de mí, y estoy convencido que
también de muchos aficionados colchoneros de bien. Pero de los de
verdad. No de los que cantan orgullosos cuando el equipo pierde.
UN MAL DÍA
Que el domingo fue un mal día para mí
no les sorprenderá a nadie. Si les digo que lo mejor que me ocurrió
en todo el día fue encontrar unos calzoncillos que creía perdidos
(es verídico) se lo digo todo.
Una absurda
discusión con mis amigos por una invitación de más a la cena de
Navidad y un encuentro indeseado fueron los desagradables preludios al Atlético-Villarreal.
“Si el Atlético no pierde hoy,
cerrará todo 2014 invicto en el Calderón”, rezaban los periódicos.
Y una victoria nos colocaba empatados a puntos con el Barça en el
segundo puesto de la parrilla.
Y salieron a ello los del Cholo en los
primeros minutos, pero su único acercamiento con peligro fue un
derechazo de Koke desde fuera del área que se fue abriendo hasta
perderse a la izquierda de Asenjo.
Los corners (pocos) se quedaban cortos;
las genialidades de Arda no encontraban rematador; los saques de
banda se pitaban para el lado contrario; y en cada jugada se
reclamaba una mano amarilla. Una locura.
UNA TRISTE DIVISIÓN EN LA GRADA
Todavía peor era lo que acontecía en
la grada. Con el Frente Atlético en huelga (lo que queda de él. O
lo que entró al estadio), sin emblemas y sin voz, el resto del
público intentó asumir el papel de animación. Sin embargo, sin la
fuerza de un coro de 3.000 ó 4.000 hinchas que marcan al unísono
las canciones y el resto del estadio les sigue, los brotes musicales
de grupos de 15 ó 20 personas son más difíciles de seguir.
De hecho, en determinados momentos mientras que un lado del estadio coreaba
“Atleeeeti, Atleeeeti”, en mi fondo estábamos con el “Ahora,
ahora, ahora Atleti ahora”. Habrá que afinar.
Para colmo, los del Frente sólo
abrieron la boca para corear un “Si no nos quieres, no cantes mis
canciones” que fue reprobado con pitos del resto de la grada. Me
pregunto cuántas de las canciones que canta el Frente han sido creadas por
ellos mismos, porque al menos el 90 por ciento son meras copias de
los mismos cánticos que se escuchan en otros estadios cambiando el “Atleti” por el equipo de turno.
Sólo volvieron a cantar para proclamar
un “Atleti somos nosotros” cuando marcó el Villarreal. Se me
ocurren muchas personas que son más el Atleti que ellos. Y lo peor
es que se alegrarían de la derrota...
Volviendo al fútbol (porque no queda
otro remedio) un buen zurdazo de Tiago con el interior devolvió la
atención al césped, pero Asenjo lo sacó con un paradón cuando
parecía dentro. Hasta entonces, el Villarreal se limitó a estar
bien ordenado atrás, y sólo avisó en una contra que Cherysev
finalizó con un flojo disparo, después de un balón perdido por
Raúl García tras un corner a favor.
UN GOL FATALMENTE ANULADO
El segundo acto lo comenzó Vietto con
un zapatazo a la izquierda de Moyá desde la frontal. Era un aviso
del destrozo que nos haría después la joven perla argentina.
Sin embargo, en esos instantes el
Atleti todavía tenía el control del partido.
Godín ganó por arriba una falta
colgada por Gabi, Mandzukic recibió solo entre una nube amarilla,
pero su disparo a bocajarro lo sacó un rapidísimo Asenjo.
Y si alguien estaba por la labor de
ganar era Arda Turan. El turco recibe en el flanco derecho del área,
hace uno, dos, tres, mil recortes, y cuando todos pensaban que ya no
podía hacer más, rompe con un nuevo quiebro a Cheryshev, la pone en
la cabeza de Mandzukic en el segundo palo, y testarazo a la red. El
Calderón estalla de júbilo y esta vez sí al unísono descarga toda
la tensión contenida. Pero entonces, la mano levantada de Pérez
Montero (un esperpento) anula el tanto. No daba crédito, ya que no
podía ser fuera de juego. Ya en casa, pude comprobar cómo el gol
fue anulado por una supuesta falta merced a un tremendo piscinazo de
Mario Gaspar que habría firmado el mismísimo Cristiano Ronaldo.
Tremendo.
EL VILLARREAL MATABA A LA CONTRA
El partido debió encarrilarse en ese
punto, pero tras la anulación entró en una espiral que nos llevaría
a la derrota. Los ataques rojiblancos eran cada vez más atropellados
e imprecisos, los cambios no ayudaron (Cerci ya se puede ir con un
lazo en vez de la diadema), y el Villarreal sumaba contras cada vez
más peligrosas.
“Está más cerca el 0-1 que el 1-0”,
le dije a mi padre.
Miranda, por confiarse y querer
llevarse un balón picadito ante Cheryshev, perdió una bola mortal
que no acabó en gol por un mal control de Vietto cuando estaba solo.
Después Moyá respondió con una gran
manopla derecha a un trallazo de Cheryshev, y a falta de cinco
minutos Vietto puso la puntilla. El argentino recibió en línea de
tres cuartos en carrera hacia el lado izquierdo, rompió a Godín con
un recorte soberbio hacia la derecha, y batió a Moyá con la
frialdad que le faltó en el control de unas líneas más arriba
(0-1).
Y así nos dejó a todos los del
Calderón. Fríos. ¿A todos? No. Entonces a algunos sí les entraron
ganas de cantar. Winter is coming.
2 comentarios :
Por primera vez en la temporada me perdí los primeros 45 minutos del equipo. Así que solo vi el segundo tiempo y coincido contigo: frío.
El Atlético hizo un partido muy feo. Quizá de los peores que le he visto en los últimos años. Y si a esto le unimos que nos anula un gol legal pues la noche no pintaba bien.
Una lástima porque deportivamente era un victoria super importante. Ahora nos quedamos a siete puntos de Madrid y a tres del Barcelona. Aunque queda camino en casa no se puede patinar más.
Y lo de la grada, el FA se ha destapado él solito. La verdad estoy un poco cansado que son los únicos seguidores del equipo. Soy del Atlético desde que tengo uso de razón. He disfrutado, he sufrido, he viajado y he ido al estadio como el que más. Soy socio del Club. Nunca he estado con los ultras. Y me considero tan del Atleti como ellos. Incluso en este caso más, porque jamás me he alegrado que perdieramos o he increpado a gente de mi propia afición.
Por lo que vi por televisión y después he visto y leído, vergüenza ajena.
Lo importante el equipo y la afición. Y ahora más que nunca Forza Atleti!
"Y lo peor es que se alegrarían de la derrota..."
Estos comentarios salen de creerse la "mejor afición de mundo" y no darse cuenta que es gracias al trabajo y el esfuerzo de unos pocos.
Espero que todos esos atléticos que son tan atléticos como todos se curren tifos y animen durante los 90 minutos.
Recuerdo muy bien la temporada en la que descendimos un partido contra el Athletic en casa ya en una situación bastante complicada en la clasificación. Perdíamos o empatábamos y se puso a granizar, todos esos grandes atléticos, que ahora hay, se refugiaron en los vomitorios mientras "los que se alegran" se quedaron a animar.
No estoy defendiendo actos deplorables. Pero tampoco me gusta la hipocresía con la que se trata el tema.
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