miércoles, 28 de abril de 2010

Atlético de Madrid 1-0 Barcelona Campeón de la Copa del Rey 1996

Mañana debe ser un gran día. El Atlético de Madrid debe ratificar en Anfield la superioridad que demostró en el Calderón y meterse, por primera vez en 24 años, en una final europea. La historia nos espera (mañana, espero que el 12 de mayo, y el 19 en la final de Copa), por ello, he querido traer a nuestro recuerdo el último título de Copa. La final de 1996, del año del Doblete. Esperemos vivir en los próximos días imágenes como éstas.

ATLÉTICO DE MADRID 1
Molina; Geli, Santi, Solozabal, Toni; Caminero, Vizcaino (82' Biagini), Pantic, Simeone; Kiko (85' Roberto), Penev (62' López).
BARCELONA 0
Busquets; Celades (17' Ferrer), Nadal, Sergi; Bakero (62' Roger), Guardiola, Amor, Popescu; Figo (75' Prosinecki), Hagi, Jordi Cruyff.
GOLES: 1-0- Pantic (102')
CRÓNICA DE LA ÚLTIMA COPA
Fue una Final con mayúsculas. Con su héroe absoluto, Milinko Pantic, autor del gol definitivo, mostrando una clase y un saber estar insultantes en cada acción, coreado por su afición a cada corner. Y con varios secundarios destacados: el pundonor de Simeone, la elegancia de Caminero, la seguridad de Molina, los cruces de Santi, las carreras de Biagini... Salía el Atleti del Doblete (aún no se sabía, pero esa noche empezó a confirmarse) a La Romareda con su once de gala. Ése que todos, aún 14 años después, recitamos de memoria porque no ha habido otro mejor.
Comenzó el Barça valiente, fiel al estilo de Cruyff, con sólo tres hombres atrás: Celades, Nadal y Sergi. Aunque pronto, debido al dominio atlético, Johan decidió que era mejor que Popescu les acompañara en la zaga, abandonando el puesto de falso interior izquierda con el que empezó.

INICIO DE RESPETO
Fue un inicio de partido trabado, con mucho respeto. Como una final. Era tiempo de tantear quién mandaba ahí. Y pronto Lubo Penev dejó claro a Figo que esa noche no estaba para bromas, sacándole los dientes tras una entrada del portugués.
El Atleti iba probando el terreno: un pase con intención de Kiko, una falta colgada por Pantic, un tiro desviado del jerezano.
Entró con muchas ganas el “arquero”, pero no fue esta su noche. Ya tuvo muchas otras, no era cuestión de abusar.
El Barça dio el primer susto en un cabezazo de Figo que lamió el larguero. Aunque el árbitro, Diaz Vega, anuló la jugada por fuera de juego. Impecable toda la noche la defensa rojiblanca tirando la línea. Hasta el minuto 120.
Los blaugranas también mostraban sus cartas, siempre buscando el pase interior. Y una falta envenenada de Gica Hagi encontraba la mano firme de Molina. Celades, lesionado, debía ceder su puesto a Ferrer.
Aún era tiempo de medirse, y Guardiola y Kiko, amigos fuera del campo, nos deparaban una de esa imágenes que han quedado para el recuerdo, con un enganchón dialéctico entre ambos.
Simeone daba muestras de su casta en medio campo, intentando meterse en batallas imposibles, saliendo victorioso o derribado entre tres contrarios.
Y mientras, Kiko lo seguía intentando. Su ocasión más certera, terminó con un zurdazo buscando la escuadra, que no la encontró por poco.
La primera parte acabó con una internada de Ferrer, cuyo centro fue rematado por Jordi Cruyff por encima del larguero.
45 minutos de tanteo, dominio atlético, pero sin oportunidades claras en ningún bando.

EL ATLETI METIÓ UNA MARCHA MÁS
Salió el Atlético del descanso decidido a meter una marcha atrás. Así, Kiko continuaba buscando las cosquillas entre líneas y Caminero volvía loco con sus recortes a Popescu.
Los de Antic apretaban al Barça, pero en dos contragolpes, Jordi Cruyff y Figo avisaron de que no habían dicho su última palabra, aunque sus disparos no entrañaron demasiado peligro.
Entonces, fue el turno para Milinko Pantic. El serbio, inició su repertorio de recortes y centros envenenados, escorado a la banda derecha, cual extremo, para entrar más en juego.
Un corner botado por él, fue rematado por Simeone y encontró el brazo de Roger. Nadie vio nada.
El banquillo ya se había movido, y el de Sabadell había sustituido a Bakero, mientras que López había saltado, de extremo derecha, por un cansado Penev.
El huy se cantó con fuerza en el minuto 65, cuando en un balón largo, Caminero midió su carrera con la salida de Busquets, llevándose el rebote, pero la pelota salió desviada por poco.

SUSTO EN EL TRAMO DECISIVO
El partido entraba en el tramo decisivo, el último cuarto de hora, y el Atleti seguía siendo el claro dominador de la contienda. Cruyff daba entrada a Prosinecki por Figo para intentar tener más posesión. Y llegó el susto.
No se puede ser campeón sin dosis de suerte, y el Atleti la tuvo en este lance. Hagi se internó por la izquierda, combinó con Sergi y el centro del catalán fue cabeceado por Jordi... al larguero.
El temblor del travesaño se contagió a los de rojiblanco, que decidieron que el tiempo de arriesgar había pasado
y guardaron la ropa en los minutos del miedo. Biagini entró por Vizcaino, tocado, y Roberto dio el relevo a Kiko. Ya se pensaba en la prórroga.

LA PRÓRROGA
Los minutos finales depararon un hecho decisivo. Guardiola, con un tirón, debería jugar la prórroga cojo. Con una venda comprimiendo su muslo derecho, el elegante mediocentro culé aguantaría hasta el final relegado a la banda derecha.
Con esa ventaja, el Atlético se reafirmó en su autoridad, y tocó con paciencia en busca del espacio. Biagini lo intentaba con entusiasmo, y a Simeone aún le quedaban fuerzas para seguir su batalla rodeado de camisetas blaugranas.
En una contra, Hagi se adelantó a la salida de Molina, pero su vaselina, muy forzada, se convirtió en un globo que salvó Solozabal. No tendrían otra.

Y EL GOL QUE VALIÓ UN BUSTO
En el minuto 102 de partido, Delfi Geli, discreto durante todo el choque, llegó a línea de tres cuartos, utilizó a Roberto para elevar a su máxima literalidad el concepto de pared, y se coló hasta línea de fondo. Allí, la puso al primer palo, donde apareció una cabeza en la que ya amanecían entradas y que pasará a la posteridad convertida en busto, para cruzar el balón al palo largo de Busquets (1-0).
Era Milinko Pantic, un hombre que persiguió un sueño durante toda su vida, triunfar en el fútbol de élite, y que lo veía cumplido rayando la treintena. No podía ser más justo.
Con el gol, llegó el descanso. El Atleti estaba a cuarto de hora de levantar su novena Copa del Rey, y la afición colchonera era un clamor.
Cruyff apuró su último cartucho, y sitúo a Miguel Ángel Nadal de delantero centro. Pero los de Antic siguieron fieles a su estilo hasta el minuto 120, y con la defensa adelantada hicieron incurrir al manacorí en varios fueras de juego. Javier Clemente, comentarista esa noche de TVE, se desesperaba: “Esta corriendo muchos riesgos el Atleti manteniendo la defensa así”.

LOS MINUTOS DE MOLINA
Fueron los minutos en los que la figura de José Francisco Molina se agigantó ensombreciendo a todos
, multiplicando sus centímetros en cada balón colgado por Hagi, Prosinecki o Sergi, saliendo raudo cuando era menester, y proclamando que nadie iba a rematar en su área. Y nadie lo hizo.
Un mano a mano de Caminero, que salvó Busquets con el pie derecho, pudo dar la tranquilidad y adelantar la fiesta a falta de ocho minutos. No era nuestro estilo.
El tiempo se le escapaba al Barça entre las manos y cada acción se aceleraba. Solozabal vio la roja tras parar dos ataques de Hagi y Jordi, pero, un minuto después, Sergi siguió el mismo camino tras verse obligado a agarrar a Pantic, que en el minuto 118 le escondió la pelota como el que burla a un niño. Por primera vez, el “Campeones, campeones” salió con fuerza de las gargantas de los aficionados rojiblancos.

"SI HAY DIOS ARRIBA..."
Un voleón de Geli en el área dio paso al pitido final de Diaz Vega. Y entonces, estalló la locura. Simeone corría enarbolando una bandera rojiblanca, Kiko y Caminero se abrazaban, Santi, Toni y Vizcaino compartían confidencias con una sonrisa emocionada.
Y Radomir Antic confesaba al periodista que, “si hay Dios arriba, tiene que ayudar algo”, antes de salir a la carrera para disfrutar del éxito "con sus jugadores".
Aquella noche, todavía con 14 años, cuando paseaba a mi perro, cogí una tiza y en una pista de fútbol sala cercana a mi casa, escribí con las letras más grandes que pude: ATLÉTICO DE MADRID, CAMPEÓN DE COPA.
Han pasado 14 años y, desde ese Doblete, el Atleti no ha vuelto a levantar un título.
Si hay Dios arriba, esperemos que en los próximos días se acuerde de nosotros.

8 comentarios :

pablo dijo...

Se necesita a Dios y a futbolistas comprometidos y con calidad como aquellos.
Según ibas rememorando la final me iban viniendo flashes a la cabeza: el larguero de Jordi, Guardiola cojo, el mano a mano de Caminero. Recuerdo que grité aquel gol, junto a mi padre, con todo el alma. Fue un año increíble. Espero volver a cantar pronto goles tan importantes como aquel y no seguir viviendo del recuerdo de aquel 1996.
Un gran post. Un abrazo.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Yo viví este partido en La Romareda. No estaba en la portería donde Pantic marcó. Fue un partido emocionante, duro y competido. Se decidió por pequeños detalles. Quiero resaltar el gran ambiente vivido por parte de las dos aficiones antes, durante y después del partido. un abrazo.

Unknown dijo...

se me han puesto los pelos de punta al revivir ese partido. yo tenía 10 años y recuerdo la celebración de pantic como si fuese hoy. increíble.

menudo equipo teníamos. uno por uno quizás no eran los mejores, pero eran un equipo. Y jugaban como tal. Eso sin contar la clase de pantic, los huevos de simeone o al bendito arquero kiko.

Fue un gran equipo y seguro que este año rememoraremos que era estar en las finales de las competiciones. De momento estamos ya en una y mañana la otra.

Por cierto si lo vas a ver escríbeme y quedamos.

un abrazo

Rafael dijo...

Yo tenía 14 años. La verdad es que la final fué emocionante y como ha dicho Fernando, se decidio por pequeños detalles, gracias a Dios cayó de nuestro lado.
Recuerdo que esta final se jugó un miércoles y el sábado el Atlético jugaba otra vez con el Barça en el Camp Nou, esta vez por el liderato de Liga. En esos 3 días ganamos la Copa y dimos un gran paso para ganar la Liga. Sin duda no dió tiempo a celebrar esa Copa, pero que gran recuerdo de esa copa. Al día siguiente fuí al colegio con la cabeza. Que recuerdos, parace que fue ayer

Rafael dijo...

Errata:Al día siguiente fuí al colegio con la cabeza muy alta (Quise decir). Con la cabeza voy a todos lados, ni modo que me la deje en casa jajaja :.)

Jose I. Fernández dijo...

PABLO, creo que este año los futbolistas han mostrado su compromiso en Europa y en la Copa, cosa que por desgracia no se puede decir en Liga.
Hay gente de calidad para ganar títulos (Agüero, Forlán, Simao, Reyes...) y si a eso le unimos los canteranos que este año están teniendo peso en el equipo (De Gea, Domínguez, Antonio López...), creo que hay ingredientes para volver a levantar un título.

FERNANDO, fue una final muy táctica, muy medida, con pocos riesgos... por eso se decidió por detalles. Al volver a ver el partido esta semana, no recordaba casi nada del mismo precisamente por eso: porque no hubo grandes jugadas reseñables...
Una final in situ debe ser espectacular. He esperado diez años para la de esta temporada y espero disfrutarla al máximo.

GER, mañana lo veré por Carabanchel con mi padre. Te doy un toque.
Ese año futbolistas “desconocidos” como Molina, Santi o Pantic dieron un resultado excepcional, coincidiendo con jugadores que explotaron (Caminero, Kiko, Simeone) y gente de la casa (Solozabal, López, Toni, Vizcaino...), fundamental para llegar lejos en cualquier equipo.

RAFAEL, jajaja, me he reído con lo de la cabeza.
Ese año compañeros de mi instituto me decían que si me había comprado la camiseta del Atleti esa temporada.
Nunca olvidaré que uno de ellos me dijo, cuando ganamos el Doblete, que ya no nos tocaba hasta dentro de otros 19 años... vamos camino... al menos en Liga.
Por cierto, no me sonaba lo de que jugaramos en el Camp Nou en la misma semana y lo he comprobado. Primero jugamos en el Calderón contra el Betis y se cumplió lo habitual: día de celebración, mal resultado: 1-1.
Fue la semana siguiente, en sábado y televisado, cuando les dimos el repaso en Barcelona y sentenciamos la Liga.


Os lanzo una pregunta a todos: si mañana eliminamos al Liverpool y llegamos a una final europea, por quinta vez en nuestra historia y tras 24 años sin lograrlo... ¿Iríais a Neptuno?

Yo creo que sí, es un motivo suficiente, aunque no sea un título.

Un saludo a todos!!

Rafael dijo...

José lo del Barca en Liga pensaba que eran 3 días después de la final de Copa, pero fueron 10 días más tarde. Estaba claro que nadie pensaba en el Betis, solo en el Barca. De todos modos la Copa casi no dió tiempo a saborearla.

En cuanto a la preguntas que lanzas, pues en mi caso no podré ir a Neptuno porque no soy de Madrid, pero si viviese en Madrid creo que no iria a celebrar el pase a la final, pienso que Neptuno es para ir celebrar títulos, yo creo que el pase a la final es mejor celebrarlo con la familia o amigos de forma discreta y esperar al 12 de mayo para hacer la gran fiesta.

Jose I. Fernández dijo...

¿De dónde eres Rafael? Tanto tiempo comentando y no lo sé...

Sólo queda una hora... el corazón ya se acelera... a un paso de la gran final. Atleti, no me falles!!