UN NIÑO
Carlos se sonríe con la primera de estas fotos, del año 1992 (tenía 23 años) y le recuerdo cómo uno de sus familiares comentaba en el año de su retirada que tenía más cuerpo de futbolista en el momento de su adiós que cuando debutó en el fútbol profesional.
“Puede ser”, reconoce. “También tienes que darte cuenta de las modas. Antes tenía el pelo largo… la cabeza gorda (risas). Y eran modas, pero ahí se ve que tengo cara de niño y ahora ya se me ven los años. Es divertido verte en estas fotos. Cada etapa hay que vivirla y ésa fue una bonita etapa también”.
LA AFICIÓN
“Puede ser”, reconoce. “También tienes que darte cuenta de las modas. Antes tenía el pelo largo… la cabeza gorda (risas). Y eran modas, pero ahí se ve que tengo cara de niño y ahora ya se me ven los años. Es divertido verte en estas fotos. Cada etapa hay que vivirla y ésa fue una bonita etapa también”.
LA AFICIÓN
Al ver la foto con una de las pancartas del día de su retirada, Aguilera esboza una sonrisa nostálgica. “Conmigo tú sabes que todo el tiempo que he estado en el Atlético de Madrid ha habido aficionados a los que no les gustaba cómo jugaba y otros que sí”, me dice. “Pero la verdad es que la afición conmigo siempre ha tenido un trato más que correcto, me han tratado muy bien y he escuchado muchísimas veces en el Calderón el Aguilera, Agui, Agui-lera. Para mí ha sido muy importante”, evoca, saliendo de sus propios labios esa tonadilla que tantas veces coreó el Calderón, yo incluido, vitoreando alguna de sus esforzadas acciones.
“Me he sentido querido, sinceramente. Y me sigo sintiendo querido, porque cuando voy al Calderon la gente del Atleti se acuerda de mí y todo lo que me dicen son buenas palabras”.
“Me he sentido querido, sinceramente. Y me sigo sintiendo querido, porque cuando voy al Calderon la gente del Atleti se acuerda de mí y todo lo que me dicen son buenas palabras”.
LAS PENAS La tercera foto recoge a un Aguilera doliente, pesaroso, lamentándose por algún mal devenir de su equipo. Era más fácil ver esta cara en el lateral rojiblanco que en otros de sus compañeros, ya que cada derrota le dolía el doble que a muchos de ellos. Estaba perdiendo él y estaba perdiendo SU equipo, con mayúsculas.
Sin embargo, el capitán asegura que “en el Atlético de Madrid siempre ha habido muchísimas mas alegrías, pero la gente se queda con lo bueno y con lo malo, sin medias tintas”.
Y aquí es donde me deja el titular de esta entrevista. La palabra de un hombre que no sólo vivía el Atleti en cada partido o en cada jornada de entrenamiento. “Yo, de cada temporada, me quedo con los 365 días que se viven de rojiblanco. Y en ellos, estoy seguro de que ha habido muchísimas más alegrías que tristezas”.
Sin embargo, el capitán asegura que “en el Atlético de Madrid siempre ha habido muchísimas mas alegrías, pero la gente se queda con lo bueno y con lo malo, sin medias tintas”.
Y aquí es donde me deja el titular de esta entrevista. La palabra de un hombre que no sólo vivía el Atleti en cada partido o en cada jornada de entrenamiento. “Yo, de cada temporada, me quedo con los 365 días que se viven de rojiblanco. Y en ellos, estoy seguro de que ha habido muchísimas más alegrías que tristezas”.
LAS ALEGRÍASUna de esas alegrías la recoge esta foto. Por la camiseta, de la temporada 1999-2000, le pregunto si corresponde a un Wolfsburgo 2-3 Atlético de Madrid en el que el de San Cristobal marcó dos goles, en unos dieciseisavos de final de la UEFA. El capitán no lo tiene claro (A ver si alguno de vosotros puede ayudarme y conoce a qué partido corresponde).
“Aquel partido marqué uno con la derecha y otro con la izquierda y me dio especial alegría porque yo tengo familia en Alemania y estaban todos allí. Con lo que me hizo mucha ilusión marcar dos goles, que normalmente yo no los marco”, recuerda riendo.
Pero tiene dudas al verse en manga corta: “Creo que hacía bastante más frío, ¿no?”. Entonces Roberto entra al quite, secundando la teoría de que la foto pueda corresponder a aquella noche en Alemania: “Fue a principios de temporada, en octubre. Así que sí puede ser”.
“Aquel partido marqué uno con la derecha y otro con la izquierda y me dio especial alegría porque yo tengo familia en Alemania y estaban todos allí. Con lo que me hizo mucha ilusión marcar dos goles, que normalmente yo no los marco”, recuerda riendo.
Pero tiene dudas al verse en manga corta: “Creo que hacía bastante más frío, ¿no?”. Entonces Roberto entra al quite, secundando la teoría de que la foto pueda corresponder a aquella noche en Alemania: “Fue a principios de temporada, en octubre. Así que sí puede ser”.
EL SUSTO Y de una alegría a un momento angustioso, aunque por “fortuna” para Aguilera, apenas fue consciente de lo que ocurrió aquella noche de enero de 2003 en el estadio Nuevo Colombino, cuando tras recibir un fuerte balonazo en la cabeza, cayó al suelo inconsciente y dejó de respirar durante 30 segundos.
Recuerdo que ese día, yo salía de hacer un trabajo en la universidad y viví minutos de inquietud mientras la radio me contaba el suceso.“Yo no me entere de nada, pero por los mensajes de cariño y afecto de la gente más o menos te das cuenta de la magnitud”, reconoce.
Sin embargo, como entonces, le resta importancia: “Es un lance del juego. El fútbol es un deporte de contacto y estas cosas, aunque no son muy habituales, pasan. Por fortuna quedó en una anécdota”.
Curiosamente, quien le propinó ese balonazo que pudo resultar fatídico fue un hombre que años después vestiría la rojiblanca, no siendo tan querido como Aguilera por la parroquia del Calderón: Mariano Pernía.
“Sí, sí. Lo sé porque aparte lleva a las niñas al colegio con mis hijas y lo hemos recordado alguna vez”, comenta Aguilera, que puede evocar ese día entre risas.
Sin embargo, como entonces, le resta importancia: “Es un lance del juego. El fútbol es un deporte de contacto y estas cosas, aunque no son muy habituales, pasan. Por fortuna quedó en una anécdota”.
Curiosamente, quien le propinó ese balonazo que pudo resultar fatídico fue un hombre que años después vestiría la rojiblanca, no siendo tan querido como Aguilera por la parroquia del Calderón: Mariano Pernía.
“Sí, sí. Lo sé porque aparte lleva a las niñas al colegio con mis hijas y lo hemos recordado alguna vez”, comenta Aguilera, que puede evocar ese día entre risas.
SER INTERNACIONAL Y Aguilera de internacional. El madrileño ya me concedió una entrevista repasando esa trayectoria, que se compuso de sólo siete partidos, pero entre los que tuvo la oportunidad de disputar el Mundial de Francia en 1998. Pese a la “espina” de haber jugado un Mundial y caer en la primera fase, para Aguilera “ser internacional es un reconocimiento de que estás haciendo bien las cosas, de que estás entre los mejores futbolistas de España. Es algo maravilloso y supone la oportunidad de representar a tu país. Es el sueño que todo niño tiene y viendo esta foto siento que estoy muy orgulloso de haber vestido esta camiseta”.
EL ADIÓS
EL ADIÓS
“Yo estaba medio tocado, pero hablé con Ferrando y le dije que me gustaría retirarme jugando, no lo típico de ir al campo de traje y que te despida la afición. Así que pactamos que saldría de titular y luego me retiraría”, nos desvela.
“Las despedidas llegan y viendo esta foto vemos ahí a los tres jugadores que más veces han vestido la camiseta del Atlético de Madrid (Adelardo, Tomás y Collar) y yo creo que soy el cuarto (454 partidos oficiales de rojiblanco). Con lo que un honor y un orgullo que estas tres personas me dieran esa camiseta y ese homenaje y por ello me siento muy orgulloso de ese momento”, me dice satisfecho.
Le pregunto si piensa que en casos como el suyo, y el de otros históricos del Atlético de Madrid, el club no debería recuperar la añeja tradición de los partidos de homenaje.
“Yo creo que los jugadores ya no somos tan importantes como para llenar un campo. Yo creo que un club te puede hacer homenajes de muchas formas y también son bonitos. El que me hicieron a mí era el último partido de Liga, no se jugaba nada y eso quizá le restó ambiente. Pero yo creo que a un jugador hay que despedirlo en el campo”, asegura convencido.
“Las despedidas llegan y viendo esta foto vemos ahí a los tres jugadores que más veces han vestido la camiseta del Atlético de Madrid (Adelardo, Tomás y Collar) y yo creo que soy el cuarto (454 partidos oficiales de rojiblanco). Con lo que un honor y un orgullo que estas tres personas me dieran esa camiseta y ese homenaje y por ello me siento muy orgulloso de ese momento”, me dice satisfecho.
Le pregunto si piensa que en casos como el suyo, y el de otros históricos del Atlético de Madrid, el club no debería recuperar la añeja tradición de los partidos de homenaje.
“Yo creo que los jugadores ya no somos tan importantes como para llenar un campo. Yo creo que un club te puede hacer homenajes de muchas formas y también son bonitos. El que me hicieron a mí era el último partido de Liga, no se jugaba nada y eso quizá le restó ambiente. Pero yo creo que a un jugador hay que despedirlo en el campo”, asegura convencido.
EL RELEVO DEL BRAZALETEY por último, la portada de ese día del Mundo Atlético, en la que Carlos Aguilera cede su brazalete al último gran ídolo colchonero, Fernando Torres.
“Yo tuve pequeños problemas en el Atlético de Madrid por el tema de la capitanía. Cuando llega el nuevo entrenador, Fernando Torres ya era de los más veteranos, pero yo no quería que fuera capitán porque sabía que era un chaval, que tenía 19 años, y yo lo hablaba con él”, nos cuenta.
“No es que yo dijera que no quería que fuera capitán. Pero yo le hablaba y le decía que ser capitán desgasta muchísimo y que ya tendría oportunidad de llevar el brazalete y de aburrirse. Porque ser capitán tiene que quedar claro que no es sólo llevar el brazalete. Es afrontar muchos problemas a lo largo de una temporada con el presidente, con el entrenador, con compañeros... Y el capitán tiene que intentar ser coherente... A veces lo eres y a veces no, pero hay que tener experiencia”, adoctrina.
El lateral nos confiesa que en esos momentos Fernando Torres ya aceptó de buen grado su consejo, y que, desde entonces, muchas de las veces que han coincidido le ha dicho “qué razón tenías con el tema de ser capitán. Qué difícil es para una persona joven”.
Carlos Aguilera, palabra de capitán, capitán colchonero.
“Yo tuve pequeños problemas en el Atlético de Madrid por el tema de la capitanía. Cuando llega el nuevo entrenador, Fernando Torres ya era de los más veteranos, pero yo no quería que fuera capitán porque sabía que era un chaval, que tenía 19 años, y yo lo hablaba con él”, nos cuenta.
“No es que yo dijera que no quería que fuera capitán. Pero yo le hablaba y le decía que ser capitán desgasta muchísimo y que ya tendría oportunidad de llevar el brazalete y de aburrirse. Porque ser capitán tiene que quedar claro que no es sólo llevar el brazalete. Es afrontar muchos problemas a lo largo de una temporada con el presidente, con el entrenador, con compañeros... Y el capitán tiene que intentar ser coherente... A veces lo eres y a veces no, pero hay que tener experiencia”, adoctrina.
El lateral nos confiesa que en esos momentos Fernando Torres ya aceptó de buen grado su consejo, y que, desde entonces, muchas de las veces que han coincidido le ha dicho “qué razón tenías con el tema de ser capitán. Qué difícil es para una persona joven”.
Carlos Aguilera, palabra de capitán, capitán colchonero.
9 comentarios :
Pedazo de entrada José. Como te lo has currado.
Sinceramente, no conocía el episodio del susto. Todos los días se aprende algo.
Saludos desde La Escuadra de Mago
Me emociono leyendo esta entrada. Qué grande era y es y será Carlos Aguilera!!!
Muy buena la entrevista, me parece muy oportuno y que da mucho juego lo de las fotos. jeje vaya crack Aguilera: antes tenía el pelo largo…y la cabeza gorda ajajaj. Aún recuerdo el día que se marcho a mi tb me pareció frío xo poniéndome en su punto de vista, lo entiendo.
Lo dicho, gran post: Agui, Agui-lera!!!
Felicidades por la entrevista. Aguilera ha sido uno de los mejores laterales derechos que han pasado por el Atlético, aunque también jugó de extremo. Me ha gustado mucho lo de Aguilera-Torres en referencia a la capitania.
Un saludo.
Sorry for my bad english. Thank you so much for your good post. Your post helped me in my college assignment, If you can provide me more details please email me.
Jose, eres un fenómeno.
Menuda pedazo de entrevista adaptada al blog con las fotos, la redacción intercalando los comentarios de Agui lera, Agui, Agui lera (un fenómeno).
Me ha encantado el formato, el contenido y el enfoque.
Enhorabuena por el trabajo y gracias por compartirlo en la red.
Eres una máquina.
Realmente buena la entrevista.
Carlos Aguilera, nuestro último gran capitán.
A ver si como dice se vuelve a la cantera y gente como De Gea, Dominguez o Mario Suarez toman su testigo.
Un saludo!
Jode! La segunda parte de la entrevista es aun mejor que la primera. Con las fotos se hace mucho mas entretenida y uno practicamente esta viendo lo que cuenta nuestro capitan.
Yop si pienso que gente como Aguilera merecen un partido de homenaje. Algunos jugadores merecen un reconocimiento mayor por lo que han dado a su club, y Aguilera es uno de ellos.
Todavia le recuerdo subiendo por la banda con su velocidad endiablada. Grade Carlos!
¡¡Que gran foto con Adelardo, Tomas y Collar!! Normal que este orgulloso, porque es historia viva de nuestro club.
Ojala gente como Aguero pudiera llegar a esos numeros, pero los indirigentes nos lo van a vender.
Por cierto, yo tambien lo pase mal el dia de Huelva. Es curioso que el le conceda tan poca importancia a ese susto. Supongo que su familia pasaria un verdadero mal trago.
Gran entrevista a uno de los mejores y mas comprometidos futbolistas de nuestra historia.
Saludos colchoneros!!
Publicar un comentario