El Atlético seguirá “de cabeza”

El Atlético de Madrid cerró anoche el capítulo liguero de 2010 con una contundente victoria en Málaga por 0-3. Los tres tantos llegaron de cabeza, dos de Tiago y uno de Domínguez, en una victoria que mantiene a los rojiblancos sextos, a sólo dos puntos de la Champions. El miércoles llega la Copa, única competición ilusionante a la que aferrarnos si queremos volver a revivir la eufórica sensación de las finales y los títulos. Con la dolorosa eliminación de la UEFA fresca en el recuerdo, habrá que pelear por clasificarse para la Liga de Campeones en la rutina de la Liga. Sin embargo, este objetivo, quizá más tangible y jugoso para los de arriba, no nos proporcionará ese placer orgásmico a aquellos que vivimos de los sentimientos.

EL ATLETI NO INTERESA...
Comencé el partido cabreado. Había quedado para verlo con mi novia por Madrid (San Bernardo) y me fue imposible aparcar bien tras varias vueltas. Para colmo, uno llega al bar de turno a la carrera, a las 19:05, con el objetivo de perderse lo menos posible del encuentro, y se encuentra con que ni tan siquiera lo tienen puesto en la tele. “¿Vais a poner al Atleti?”, pregunto. “Sí, ahora cuando empiece”, me contesta el camarero, taciturno. “Lleva ya cinco minutos”, le contesto...
Si a veces tengo estos problemas para ver al Atleti en Madrid, no me quiero imaginar cómo lo pasarán atléticos de fuera... Eso sí, cuando acabó el partido en Málaga, el bar ya estaba lleno de vikingos esperando su turno...

PRIMERA VICTORIA DEL TRIVOTE
Quique debió salir muy contento de La Rosaleda, ya que por primera vez su apreciado trivote salió victorioso de un estadio (Ésta vez, Raúl García, Assunçao, Tiago). Lo que algunos periodistas en la previa habían anunciado como un 4-3-3 (con Forlán en el banco, y Reyes, Agüero y Simao arriba) era el clásico 4-5-1 que el madrileño (y Aguirre en su día) usan de vez en cuando fuera de casa, con una de nuestras estrellas en punta, solo, desesperándose y sin ningún compañero en dos kilómetros a la redonda a quien acudir.
Al menos cuando es el Kun, puede intentar su lucha contra el mundo tirando de su insondable habilidad en el uno contra uno, su repertorio infinito de fintas y su pericia protegiendo el balón. Si es Forlán, sólo le queda el disparo lejano, el oportunismo, y tomarse un ansiolítico a la espera de que le llegue un balón.
Así, el argentino lo intentó en un par de contras en las que le sobró un toque para haber finalizado en gol. Por detrás, Reyes estuvo muy entonado en la primera parte, marchándose de su par con la facilidad habitual y tocando en el momento justo. Distinto fue en el segundo acto, cuando volvió a excederse con un recorte de más.

LAS ÚLTIMAS FALTAS DE SIMAO
Por su parte Simao, en el que presumiblemente será su último partido liguero de rojiblanco, dio un repertorio de jugadas a balón parado con el que nos recordó por momentos a Pantic. Vale que no la levanta desde la esquina, pero siempre suma dos o tres goles por temporada de falta directa, y muchos de sus centros de estrategia acaban en gol. Anoche fueron tres.
Pese a que con 31 años su desborde, su velocidad y su rendimiento no son los que eran, todavía puede darnos muchos puntos en un arte que resuelve partidos atascados. Su salida me parece un error (y más cuando se produce prácticamente gratis) y al entrenador también, que se limita a decir que “lo aprovecharemos hasta el último segundo” y a callar. Como hizo con Jurado...

TIAGO APORTA MÁS
Así, en el minuto 22, una falta templada por el extremo luso fue bien cabeceada por su compatriota Tiago, que se propulsó por encima del resto para ponerla en la red. Un 0-1 que reforzaba el esquema del trivote, para contener en medio campo y dar espacios a la contra a los “tres” de arriba. Eso sí, si no te adelantas, estás muerto.
Con trivote o doble pivote, el que no puede faltar es Tiago. Digan lo que digan, el portugués sigue siendo el mejor mediocentro de la plantilla. El más elegante, el más dotado para crear fútbol y, visto lo visto, el que tiene más gol. Ya lleva cuatro esta temporada en Liga (los mismos que Simao, por cierto...) tres de ellos de cabeza, a los que hay que añadirles su golazo en Noruega.
Con un Málaga inoperante, el Atleti se hinchó a robar balones en medio campo, pero ninguna de las mencionadas contras acabó con verdadero peligro, así que con el 0-1 se llegó al descanso.

LA CABEZA DE DOMÍNGUEZ... Y LA PUNTILLA
En la reanudación, Pellegrini dio entrada a Fernando y a Portillo para intentar dar más mordiente, y a los 20 segundos un ataque rápido de los malacitanos acabó con un tiro desviado de Gámez. Era un aviso.
Rondón probó a De Gea (inadvertido en el primer tiempo y al que le van a venir muy bien estos dos partidos a cero) en un disparo lejano, y después fue Sebas Fernández el que cabeceó alto. Ahí se acabó el Málaga.
En el 65, Álvaro Domínguez, que ya debe tener la cabeza muy bien amueblada para haber sentado en el banquillo a Godín, la utilizó para empujar a la red el 0-2 tras asistencia, también con la testa, de Tiago. La jugada se inició nuevamente en una falta colgada por Simao que la zaga blanquiazul no supo despejar, primero, ni atender en las marcas, después.
Sólo tres minutos más tarde, idénticos protagonistas al 0-1. Simao al saque de la falta, y Tiago al remate de cabeza (0-3), sellaron un partido que el Atlético supo cerrar tocando más de lo habitual con un Málaga ya entregado.

El miércoles no podré estar en el Calderón, por desgracia el trabajo me lo impide por primera vez. No podré despedir a Simao, un jugador que ha contribuido a devolver al Atleti a un sitio más acorde al que marca su historia tras una década de penurias. Lo que es seguro, es que en 2011, el Atleti nos seguirá trayendo “de cabeza”.