Recuerdo cómo viví la batalla de Lisboa desde dentro, la emoción de los minutos finales aguantando
los dos goles de Agüero (2-2) para pasar a los cuartos...
Recuerdo los nervios frente al Valencia, sufriendo con el 0-0, polémica incluida, y la sensación de cómo molaba el valor doble de los goles para hacer bueno
el 2-2 de Mestalla y plantarnos en unas semifinales europeas once
años después...
Recuerdo cómo me hice daño en el
hombro derecho al celebrar con fuerza y con rabia (saltando de mi
silla) el tanto de Forlán en la prórroga de Anfield ¡En el minuto 102, como en el 96! (2-1), cuando
todo parecía abocado a una nueva decepción.
Y recuerdo mis lágrimas incontenibles en Hamburgo, tras el gol decisivo del uruguayo (2-1), por ver por
primera vez a mi equipo campeón de Europa y presenciar cómo
recuperaba la memoria al contemplar el reflejo de su escudo, 14 años
después, en el frío metal.
Más cercanas en el tiempo aún están
las goleadas en casa al Udinese (4-0) y a la Lazio a domicilio (1-3),
con recitales en ambos choques del ahora denostado Adrián.
La victoria por mi abuelito ante el Besiktas (3-1), o la extraordinaria noche ante el Valencia con un ambiente espectacular y un recital rojiblanco
maquillado por los ché sólo al final (4-2).
Y, si cierro los ojos, aún puedo sentir fresco el orgullo de disfrutar en Bucarest (Vídeo incluido) de la superioridad
y la autoridad de los nuestros frente al Athletic (3-0).
Todos esos recuerdos, y muchos más, me
hacen esbozar una sonrisa al echar la vista atrás en la competición,
la UEFA Europa League, que más alegrías nos ha dado en la historia
reciente.
LA CHAMPIONS ESTÁ BIEN
Está bien jugar la Champions. Muy
bien. Vale que la musiquita y el balón de las estrellas motivan.
Vale que hace mucha ilusión recibir a equipos como Chelsea o
Liverpool en la máxima competición continental. Vale que el simple
hecho de jugar la liguilla reporta 20 millones de euros, mientras que
ganar la UEFA sólo supone 14 (dato que me han dicho hoy para
justificar la “renuncia” de Simeone).
Pero, sinceramente, las alegrías que
me ha dado la UEFA no me las dio la Champions... La única
comparable, el 4-0 al Schalke que nos hacía volver a la Copa de Europa once años después. Entonces la titulé "La noche más feliz". El resto, sinsabores.
EL FÚTBOL ES ILUSIÓN
No digo con esto que quiera jugar
siempre la Europa League y no volver a la Champions, nada más lejos
de la realidad. Pero sí quiero criticar la convocatoria que ha hecho
el Cholo Simeone para ir a Moscú a “remontar” el 0-2 de la ida.
En el fútbol se vive de títulos (si
se alcanzan), pero, sobre todo, de ilusiones. El aficionado que acude
al campo cada partido lo hace porque una ilusión le llama a dejarse
su dinero, pasar frío o calor, coger su camiseta y su bufanda y
desplazarse al estadio a la hora que las televisiones decidan a
regalar a un club de fútbol dos horas de su vida.
EL FINAL PUEDE SER LARGO
Quedan más de tres meses para que
acabe la temporada, y si el Atleti no es capaz de sellar en Sevilla
su pase a la Final de la Copa del Rey (esperemos que no ocurra) el
final de Liga, 12 puntos por debajo del Barça (1º) y 13 por encima
del Valencia (5º), se puede hacer muuuuyyyy muuuuyyy largo sin otra
ilusión que echarse a la boca. Con la Champions tan encarrilada
desde noviembre, sin Final de Copa de por medio, el pasaporte a la
élite continental sabrá a poco premio a final de año...
A MOSCÚ CON LA CANTERA...
Simeone es un hombre inteligente y,
como tal, sabe que la competición que le ha subido al altar que
ahora ocupa es la UEFA, donde de forma brillante y encadenando
triunfo tras triunfo consiguió hacer un Atleti campeón.
Sin embargo ahora, al primer
contratiempo (un 0-2 complicado, sin duda), deja fuera de la
convocatoria a ocho de los titulares en Valladolid (Juanfran, Godín,
Filipe, Arda, Gabi, Tiago, Koke y Diego Costa, este último
sancionado). Courtois será suplente, con lo que sólo podrían
repetir Miranda y Falcao...
Y a cambio se lleva a siete canteranos,
Saúl, Manquillo, Kader, Gallas, Ndoye, Borja Galán e Iván Calero,
de los cuales los cuatro últimos no han debutado con el primer
equipo.
DECEPCIÓN CON EL CHOLO
La ilusión por la remontada que la
mayoría de aficionados atléticos pudiésemos tener el jueves al
ponernos frente al televisor, se ha esfumado. Puede que haya una
machada, quién sabe, pero con esta convocatoria el Cholo no piensa
en ello.
Si había que elegir, habría optado
por reservar jugadores el domingo ante el Espanyol en Liga, de cara
al importante choque de la semana que viene en Sevilla. Un hipotético
tropiezo en casa con los blanquiazules tendría remedio. La
eliminación de la UEFA en Moscú supone un fin. Decir adiós, de
forma triste y sin pelear con todas nuestras bazas, al título de
vigente campeón. Un título difícil de alcanzar y que debe
defenderse como tal. El carácter ganador de Simeone no me cuadra con
esta decisión. Sinceramente Cholo, qué bueno que volviste, pero
esta vez, me has decepcionado.
1 comentarios :
muy de acuerdo.
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