martes, 19 de abril de 2016

Y como no sabían que era imposible, lo hicieron… otra vez

CUARTOS DE CHAMPIONS- ATLÉTICO 2-0 BARCELONA
Goles: Griezmann (dos, uno de penalti) 

Hace dos temporadas titulé así mi crónica de la eliminación en cuartos de la Champions del FC Barcelona. Entonces, todo eran argumentos en contra del pase del Atleti (1-1 en la ida): que era imposible dejar al Barça sin marcar; que ya se había parado demasiadas veces ese año a los culés (hasta entonces iban cuatro partidos y cuatro empates); que Messi no iba a estar tantos partidos sin marcar (no nos metió un gol en todo el año); que faltaba Diego Costa…
Para este año, los argumentos eran similares. El potencial ofensivo del Barcelona es indiscutible, y esta vez no valía nada que no fuera una victoria, tras el 2-1 de la ida. También faltaba un delantero importante (sí, Fernando Torres ha vuelto a convertirse en un delantero importante. Con el del domingo ante el Granada, lleva cuatro partidos consecutivos marcando) y los culés, imparables hasta hace tres semanas, son el vigente campeón de Europa.
Sin embargo, durante toda la semana el espíritu de superación atlética había invadido las calles de Madrid. Pancartas con el lema Nunca dejes de creer y Juntos hacia la victoria podían verse por los más diversos rincones. Esa fe corrió como la pólvora entre la afición atlética, encendida por un vestuario que salió con una rabia y un estado de revancha del Camp Nou que dejaban muy claro que el equipo iba a presentar la mayor motivación del mundo para superar al conjunto blaugrana. Y con esa intención llegamos todos al Calderón.
He estado muy liado en los últimos días y a estas alturas tiene poco sentido que les cuente cómo fue el desarrollo del encuentro. Por lo que les hablaré de mis sensaciones. O mejor, se las mostraré.

EL BRINDIS DE LA VICTORIA VOLVIÓ A FUNCIONAR 
Hubo brindis de la victoria previo con mi amigo Santi. Un brindis de la victoria que prácticamente nunca falla, pero que lo hizo el año pasado en los cuartos de Champions en el Bernabéu. Ese día, la foto nos la hizo un amigo suyo, Alberto. Este año había repetido. Pero, recordando la experiencia previa, decidí que fuera mi padre quien nos hiciera la foto que finalmente fue a parar a las redes sociales. Y funcionó.

ESPECTACULAR AMBIENTE 
En los siguientes vídeos podrán compartir conmigo el ambiente que se vivió en los momentos claves del encuentro. El primero, el precioso tifo con el que la afición recibió a su equipo. Miles de cartulinas rojas y blancas, un lema -“Juntos hacia la victoria”- y un cántico de recuerdo: “Luis Aragonés, Luis Aragonés”. El himno de la Champions, pitado como siempre por el maltrato al que en tantas ocasiones nos ha sometido Michel Platini, y una promesa: volvemos cuando el Atleti marque…
UN BUEN ATLETI SE MERECIÓ ADELANTARSE 
Y el Atleti marcó. Los rojiblancos salieron como debían, probando a Ter Stegen en disparos de Gabi, Carrasco y Griezmann en los diez primeros minutos. El Barça, por su parte, se dedicó a hacer ese clásico y sempiterno rondo con el que duerme al más hiperactivo, pero que resulta altamente peligroso con un resultado tan ajustado en un estadio como el Manzanares. El Barça jamás se aproximó siquiera al área de Oblak en ese primer acto, y en el 35 Saúl sacó un precioso centro con el exterior de su pierna zurda (temporadón del chaval) y Griezmann, al que había reclamado que apareciera en una cita como ésta, conectó un perfecto cabezazo fuera del alcance de Ter Stegen (1-0). Y el Calderón lo celebró así. Al grito de “Atleeeti, Atleeeti”.
EL BARÇA APRETÓ 
En el segundo tiempo el Barcelona adelantó líneas hasta prácticamente encerrar al Atlético en su propia área. La proximidad de futbolistas como Neymar, Iniesta o Rakitic tocando el balón con calma cerca de la frontal colchonera ponía el corazón de los atléticos en un puño. Pero sólo los de la grada. Los once guerreros del Cholo en el césped aguantaban con sangre fría y nervios de cero, achicando cada balón en un partido enorme de los Godín, Lucas, Gabi o Juanfran en labores defensivas.

ARDA Y UN RECIBIMIENTO MERECIDO 
Y entonces, ante el atasco culé, entró Arda Turan. Con la consiguiente pitada monumental de un Calderón que, en mi caso particular al menos, no perdona que su primer gesto en el Camp Nou fuera besarse un escudo que acababa de conocer, cuando llevaba cuatro años ganándolo todo con otro que le dio a conocer en el primer nivel europeo. Agradecimiento infinito por lo que aquí hizo, pero hay gestos que rompen todo el vínculo “afectivo” que aún le queda a este deporte.

UNA CONTRA MORTAL DE FILIPE 
Y llegó el 2-0. Con un Barcelona cada vez más volcado, la peligrosidad de que una contra rojiblanca pudiera acabar en gol era cada vez mayor. Y en el 85, Filipe Luis fue el encargado de montar esa contra. En una cabalgada monumental, partiendo desde su propio campo, terminó con un caño a Mascherano y dando un pase de la muerte a Griezmann que Iniesta cortó con la mano. El francés no tembló, la colocó junto al palo izquierdo de Ter Stegen, y el Calderón volvió a estallar de júbilo.
Hubo que sufrir un poco más hasta el final. Hubo un penalti, es absurdo negarlo, por una mano de Gabi que se sacó fuera del área. Pero también debió irse a la calle Luis Suárez dos veces en la ida y otra en la vuelta, por poner morado el ojo a su amigo Godín…

UNA EXPLOSIÓN DE ALEGRÍA 
El árbitro señaló el final. Un final que como podrán comprobar yo estaba deseando que llegara. Y exploté. “¡Toma, toma, toma!”. Una vez más, los “es imposible”, “no podréis hacerlo”, “os han vuelto a robar”, o los “qué mala suerte, os ha tocado el Barça”, tras el sorteo habían vuelto a quedar desmontados por una plantilla de hombres que comandadas por el Cholo Simeone NUN-CA DE-JAN DE CREER. “Se lo merecen. Los que hay ahí (los del césped), los que hay ahí (los de la grada) y yo también (qué narices)”, fue la frase que me salió de dentro con la clasificación en el bote (éste vídeo es el que más les recomiendo, porque muestra la explosión de alegría tras tan importante victoria).
CELEBRACIÓN FINAL 
Y con un estadio lleno, varios minutos después del final del partido, y al grito de “Orgullosos de nuestros jugadores”, los héroes del Calderón volvieron al campo para celebrar la gesta. Y con una afición feliz, pude devolver la conexión con la satisfacción de poder despedirme con estas palabras: “Nos vemos en semifinales”. El Atleti, sigue soñando. Esta Champions, tiene que ser nuestra.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

¡Me han encantado los vídeos! :D Por cierto, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! Espero poder encontrar un momento para decírtelo de viva voz, pero por si acaso aprovecho para dejarlo escrito también :)