lunes, 20 de enero de 2014

El don de la inoportunidad

Todos tenemos en la vida a ese amigo que en los momentos menos adecuados hace el comentario menos oportuno. Ése que con tu novia delante te pregunta quién era la tía buena con la que estabas hablando el otro día; o que saca en la conversación con un amigo algo que le contaste bajo la advertencia de que ese amigo no podía saber que se lo habías dicho...
Es como cuando el ordenador siempre se queda bloqueado cuando tienes más prisa por enviar algo... o como cuando el teléfono suena siempre cuando ya llegas tarde a un sitio y no puedes permitirte perder un solo segundo más... y aún así, lo coges...
Ese amigo inoportuno anoche fue Juanfran Torres. Como también lo fue en otro momento decisivo de la temporada, al comerse por arriba el centro que acabó en el 1-1 de Neymar en la Supercopa con el Barça. No soy dudoso respecto al alicantino, ya que sin ir más lejos la semana pasada escribí sobre él “el Rayo del Atleti está para ser el lateral derecho titular de España en el Mundial”, después de que se marcara un partidazo ante el Valencia en Copa.
Sin embargo, a Juanfran sólo le falla una cosa para ser un gran defensa. Que no es defensa...
Juanfran está rápido, está fuerte, con chispa, desborda con facilidad, y pelea cada jugada. Pero cuando le ponen un balón cruzado a su espalda sufre... sufre muchísmo...

UN PENALTI ABSURDO
Y así ocurrió que cuando en el minuto 72 Rakitic puso un balón cruzado a la espalda de Juanfran, el alicantino, que no sabe mirar a la vez al esférico y a su marca, por miedo a perder a Bacca le agarró con tanto descaro que convirtió en penalti una bola que se perdía por línea de fondo.
La desesperación se apoderó del Calderón. El penalti era tan inoportuno como absurdo. “No quieren ver al Atleti primero”, se escuchó de forma recurrente. Pero fue penalti. Desde mi butaca en el fondo sur pude apreciar el agarrón con claridad. La primera pena máxima que nos pitan en contra en Liga en 63 jornadas (el último fue contra el Real Madrid en abril de 2012...). Pero también es cierto que penaltis como ése se “obvian” cada domingo en muchos campos por el poco peligro que llevaba ese centro y porque es probable que Bacca ni lo hubiese controlado sin el agarrón. Para llorar.
Para llorar porque Rakitic no falló desde los once metros con un derechazo potente a la derecha de Courtois (que la rozó) y neutralizó el gol de David Villa con el que el Atlético de Madrid fue líder en solitario de la Liga durante casi una hora.

EL BARÇA HABÍA PINCHADO
Eran las nueve en punto de la noche y las colas en las puertas del Vicente Calderón aún eran notables. Los atléticos nos habíamos quedado en los bares de los aledaños hasta que en el minuto 93 Del Cerro Grande certificó con sus tres pitidos el 1-1 en Levante. Contra todo pronóstico, el Barça había pinchado, y el Atleti podía recoger el tan merecido liderato que no pudo alcanzar una semana antes contra los propios culés.

EL ATLETI SALIÓ A POR EL LIDERATO
Decidido a ello salió al Manzanares, y en cuarto de hora Filipe Luis mandó alta una clarísima ocasión en la que tenía a Raúl García en mejor posición, y Diego Costa lanzó rozando el poste tras un precioso autopase ante Fernando Navarro. Un Fernando Navarro que fue titular porque Emery, cagón como casi siempre, situó a Alberto Navarro de extremo para sentar al exatlético Reyes.
Sólo tardó 17 minutos el Atleti en adelantarse, tras un corner al segundo palo de Gabi (que ha desbancado a Koke en esta función) que Godín cabeceó al área chica, Beto despejó de puños, y Villa fusiló a la red (1-0). Noveno gol en Liga del asturiano, que llevaba casi dos meses sin marcar.


PERO DIO UN PASO ATRÁS
Sin embargo, esta noche el Atleti decidió que un gol era suficiente, y dio el paso atrás que en el Vicente Calderón no suele dar con tan exigua renta.
La concesión rojiblanca sólo le sirvió al Sevilla para sumar un par de llegadas. La primera, en un disparo cruzado de Coke con el exterior que se perdió por poco; y la segunda en un cabezazo de Carriço que despejó Courtois, y cuyo rechace Fazio remató fuera lanzándose al suelo.

SEGUNDA PARTE: DEL SOPOR, A LA HISTERIA
En la segunda parte se hacía recomendable un nuevo arreón colchonero que pudiera finiquitar la contienda en los primeros compases. Pero en realidad se convirtió en un soporífero intercambio de faltas, sólo roto por Raúl García en un buen disparo lejano que despejó abajo Beto a corner.
Hasta que llegó el penalti de Juanfran. Y todo lo que parecía una balsa de aceite con destino al tan anhelado liderato, dio paso a una histeria colectiva que recordó a tiempos de psicosis no tan lejanos.
El Atleti tuvo 20 minutos por delante en los que no fue capaz de generar ni una sola oportunidad clara. Koke estuvo desaparecido, Arda no estuvo fino, y Gabi se convirtió en el mejor centrocampista rojiblanco repartiendo juego (lo que dice mucho).
Un cabezazo alto de Diego Costa y tres corners fueron el pobre bagaje ofensivo en los minutos finales.
Primer tropiezo en el Calderón y dos puntos de los últimos seis, lo que alimenta las críticas de esas tertulias deportivas en las que se habla de que el Atleti pierde gas, que Diego Costa lleva cinco partidos sin marcar, y que ya no juega con la autoridad y la frescura de dos meses atrás.
Como dijo Goethe, “Ladran, luego cabalgamos”.

4 comentarios :

Unknown dijo...

Bueno, un fallo de Juanfran que, por otro lado, ha sido uno de los mejores (sino el mejor) lateral derecho de la primera vuelta (a Comunio me remito).

Ahora toca pensar en el Athletic, seguir partido a partido y olvidarse de las voces que desde un escalón por debajo en la clasificación dicen que el Atleti se va a estrellar.

Si tenemos que estrellarnos, lo haremos, pero volveremos a levantarnos una y otra vez.

Un saludo desde Paseo Melancólicos - El Atleti empata con el Sevilla y deja escapar el liderato.

Axl dijo...

Si me permites la frase “Ladran, luego cabalgamos” es de Cervantes.

Jose I. Fernández dijo...

AXL, la frase "Ladran, luego cabalgamos" es una cita falsamente atribuida al Quijote y a Cervantes. Puedes comprobarlo en el libro, no aparece.
Hay cientos de artículos en Internet que hablan de esa creencia erróneamente extendida, el primero en Wikipedia, que hace referencia a ella como "citas apócrifas" del Quijote.

Por lo que he podido indagar Goethe fue el primero en usarla en una obra suya, aunque su origen se remonta a una frase en latín de un autor anónimo que reza de la siguiente manera: "Latrant et scitis estatint praetesquitantes estis". Cuyo significado es "Ladran y sabéis al momento que cabalgáis por delante de los demás".

Gracias por comentar en cualquier caso.

axl dijo...

Pues disculpa mi error entonces, estaba tan convencido que por eso mi comentario. Todos los días se aprende algo nuevo, gracias. Del resto de tu entrada estoy de acuerdo en general con lo que comentas, un abrazo