Llevaba mucho tiempo esperando este
partido y con muchas ilusiones y sensaciones entremezcladas, tal y como expresé en la previa en este mismo espacio.
Por desgracia, todavía no era socio
cuando el Atleti ganó la Liga del Doblete en 1996, y ese año sólo
pude ir con mi padre a un par de partidos, ante el Mérida (1-1) y el
Celta (3-2- donde el segundo gol lo marcó curiosamente Simeone). Por
lo que puedo decir, sin mucho temor a equivocarme, que el del sábado fue
el partido más importante, de Liga, que he visto en el Vicente
Calderón.
He tenido la suerte de presenciar in
situ los títulos de la UEFA Europa League en el Hamburgo Arena
(2010), el Estadio Nacional de Bucarest (2012) y la Copa del Rey
ganada la temporada pasada en el Santiago Bernabéu. También viví
en directo la amarga derrota en la final del Camp Nou ante el Sevilla
(2010). Pero nunca había presenciado un partido de esa magnitud en
Liga en el Manzanares: el Atlético de Madrid empatado con otro
equipo en lo más alto de la tabla en la jornada 19...
Tristemente, el Atleti no había
disputado el título de Liga desde ese lejano 1996 en ninguna
campaña, así que para mí era una final. Una gran final. Y al
contrario de las anteriores, donde hubo un ganador y un perdedor, en
ésta la contienda se quedó como estaba. Como unas tablas en una
partida de ajedrez. Como un juicio sin culpables ni inocentes. Como
una comida sin pan. Como un final de Los Serrano o The Lost. Todo
había sido un sueño... aunque al menos, en éste, al despertarte
seguías colíder.
"UN PARTIDO COMO EL DE LA SUPERCOPA"
Dijo el Cholo en la previa que esperaba
un partido similar a los de la Supercopa. Y me daba miedo, mucho
miedo. Porque especialmente en la ida en el Calderón el Atleti no
olió la bola (todavía me pregunto cómo habría sido ese encuentro
si no llega a marcar Villa al inicio).
Pero el partido no fue como el de la
Supercopa. Este Atleti crece mes a mes. El ejemplo se vio en cómo
afrontó la final de Copa en el Bernabéu y cómo salió, mucho más
valiente, en la visita liguera sólo cuatro meses después.
Los primeros compases dieron buena
cuenta de que el partido no sería el mismo. El Atleti mordía
arriba, presionando en línea de tres cuartos. En sólo cinco
minutos, Arda hizo un jugadón, sentando a Cesc y Alba y “paseando”
con la tranquilidad que le caracteriza por el área, hasta que Piqué
cortó su centro; y Gabi, que comandó la presión rojiblanca, robó
un balón en campo ajeno que acabó en un pase de Villa que remató
Diego Costa y blocó Valdés.
EL BARÇA IMPUSO SU DOMINIO
El Atleti aguantó ese ritmo asfixiante
el primer cuarto de hora y después el Barça impuso su inevitable
dominio hipnótico e irrebatible. Sin embargo, sólo se tradujo en un
tirín de Pedro (el más incisivo) que detuvo sin problemas Courtois,
y un disparo lejanísimo de Piqué (me sorprendió por lo inusual de
este hecho) que también repelió el meta belga.
Del lado colchonero, la más clara la
volvió a firmar Diego Costa, que apareció en el segundo palo para
rematar fuera, muy forzado, un corner prolongado por Miranda.
De este modo se llegó al descanso, con
la incertidumbre todavía en todo lo alto.
MESSI METIÓ MIEDO... ARDA MARCÓ SU RITMO
El segundo acto comenzó con Messi de
inicio, relevando a un castigado Iniesta por la intensidad
rojiblanca. A la primera, rompió a Koke y su tiro, sin ángulo, lo
sacó Courtois. Pero fue él el que estuvo a punto de romperse, ya
que chocó con Diego Costa, que se vació también en defensa, y
quedó unos instantes dolorido.
Del lado colchonero sólo había
alguien capaz de contestar al dominio blaugrana: Arda Turán. Al
jugadón relatado al inicio, le siguió una jugada en la que sentó
en un metro a Pedro, Xavi y Busquets. Tras dejar en el suelo al
catalogado por muchos como mejor “stopper” del mundo, el turco
asistió a Diego Costa, cuyo zurdazo se perdió fuera por poco.
La superioridad del turco exasperó al mismísimo Neymar (que también salió desde el banquillo), quien le propinó una patada sin balón tras una jugada en la que volvió a chulear a los culés.
La superioridad del turco exasperó al mismísimo Neymar (que también salió desde el banquillo), quien le propinó una patada sin balón tras una jugada en la que volvió a chulear a los culés.
Su partidazo mereció el premio del
gol, que a punto estuvo de encontrar a falta de diez minutos, cuando
remató de volea una dejada de Raúl García (debió entrar antes el
navarro), pero su disparo encontró a un segurísimo Valdés (lo
echarán de menos).
En el único error de la zaga
rojiblanca (un despeje corto de Juanfran), Messi recibió con metros
por delante en línea de tres cuartos y a mí se me pusieron de
corbata. Por suerte, en el único tiro a portería del argentino,
Courtois despejó el peligro.
Al final, y sólo al final, el Barça
agobió un poco más, pero Gabi, Filipe, Tiago o Godín llegaban
siempre antes que las camisetas de Ronald McDonalds (¡Qué
equipación!) para conjurar las amenazas.
Y TODOS CONTENTOS... ¿TODOS?
Con el empate, todos salieron contentos
y reforzados. Como tras unas elecciones, entrenadores, jugadores y
directivos de ambos equipos se mostraban satisfechos. Todos habían
ganado. Pero yo no me fui contento. Tampoco triste, claro. Llámenme
inconformista, pero había depositado muchas ilusiones en ganar esta
batalla. Todavía queda media guerra. Pero quién sabe si llegaremos
vivos a la última jornada. En cualquier caso, sí me fui orgulloso.
Sobran los motivos.
5 comentarios :
Fue un partido vibrante en cuanto a la intensidad y la emoción. El ambiente del Calderon fue espectacular. Pero lo que es futbol futbol, no se vio mucho.
Las espadas siguen en todo lo alto. Esperemos poder aguantar este ritmo lo mas posible. Pero si fue una oportunidad perdida.
Buena entrada!
El Atleti dio la cara ante el mejor equipo del mundo, seguimos en la pelea, no estamos como estamos por casualidad, el Atleti es ya una realidad, hay equipo!
Llámame iluso pero a mí el partido me pareció bueno. Yo había puesto en la porra que ganábamos 1-0. Intuía que iba a haber muy pocos goles. Fue todo muy táctico y muy intenso. Con entradas fuertes pero sin maldad. Me gustó mucho la actitud de los dos equipos. Apenas hubo teatro y sí mucha fuerza y caballerosidad. Me sorprendió Pedro mordiendo a nuestra defensa y disculpándose al acabar cada jugada. Me defraudó Neymar (el único fuera de tono. Bueno, y Messi, que le echó algo de teatro. Pero es que es una máquina y le dan muchos zarpazos). Los nuestros estuvieron en defensa a una altura inconmesurable. Pero claro, sacrificar las subidas por banda de Filipe y, sobre todo, de Juanfran, es dejar nuestro ataque muy romo. Villa sigue queriendo sin poder. Es que no le llegan ni los rebotes. Cada uno de los rechaces fue al lugar contrario donde se había colocado. Lo de Costa no tiene ya adjetivos para describirlo. Es todo coraje y corazón a espuertas. Y encima está de dulce.
Yo me quedé hasta el final de los finales para aplaudir a los dos equipos y para animar a los nuestros en señal de agradecimiento.
Creo que no ganaremos la liga (son muchos millones de euros de diferencia presupuestaria que, a la larga, se notarán). Pero sí sé que esta es la mejor temporada del Atleti que recuerdo en mis 42 años de vida. Y eso hay que disfrutarlo y agradecerlo en cada partido.
Dicho esto, también tengo que dejar por escrito que me parece más factible (con un poquito de fortuna) ganar la Champions (si los cruces nos son favorables). Deseo una final contra el Bayern en Lisboa. Y desde ya pido que el club fiche a Luis Aragonés y le convoque para esa final. Y que le saque el último minuto vestido de corto para devolverle lo que la Historia le robó.
Aúpa Atleti.
Buen post!
Yo tampoco creo que ganemos la liga, veo más factible la Champion (ojala). El Atleti está fuerte y eso hay que disfrutarlo.
Un beso
Jose estaba leyendo tu crónica y me ha hecho gracia lo de tus primeros partidos en el Calderón.
El primero que vi yo fue, precisamente, ese 1-1 contra el Mérida del que hablas en la 95/96. Llegué tarde y me perdí el gol del Mérida, que marcó en el minuto 1.
Contra el Barça lo mejor fue ver brillar a Arda. Pedazo de futbolista. Y Gabi y Tiago, que estuvieron muy bien en el centro.
Un saludo desde Paseo Melancólicos - Courtois, Godín, Raúl García y Guaita meten al Atleti en cuartos.
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