27 de marzo de 1996. Hay jornada entre
semana y el Atlético de Madrid juega en Vallecas contra el Rayo.
Estoy en casa, en mi habitación, y lejos de salir a la calle a jugar
al fútbol con mis amigos o hacer los deberes del día, estoy más
pendiente de otra cosa: el transistor. Ese compañero inseparable las
tardes de domingo de antaño.
A los 20 minutos de partido, Manolo
Lama canta por la radio que Diego Pablo Simeone (sí, el Cholo, no me lo invento. Aquí tienen una crónica de aquel día) se cuela en el área y asiste a su joven compatriota, Leo
Biagini, para que ponga el 0-1.
En la segunda parte, Lama canta dos
goles más del Atleti, ambos de Pantic, y los rojiblancos vencen por
0-3.
Desde el Camp Nou, Carrusel
Deportivo nos cuenta que el Barça no ha podido pasar del empate con
el Tenerife (2-2, goles de Celades y Amor) con lo que el Atlético de
Madrid incrementa su ventaja respecto al segundo, situándola en ocho
puntos. Es la jornada 33 y aún restan nueve finales para que el
conjunto de Radomir Antic pueda ver cumplido un sueño (esa Liga tuvo
42 jornadas).
El Valencia de Don Luis Aragonés vence
2-0 al Salamanca con goles de Poyatos y Viola (no es un chiste) e
iguala a los culés en la segunda plaza. ¿Y el Real Madrid? Los
blancos pierden en casa frente al Racing (1-2- Míchel; Álvaro y
Merino), pero el Madrid estuvo muy lejos de disputar esa Liga (era 8º
¡A 21 puntos del Atleti!).
18 AÑOS DESPUÉS...
26 de marzo de 2014. Hay jornada entre
semana y el Atlético de Madrid juega en el Vicente Calderón contra
el Granada. Por primera vez en mucho tiempo, el Atleti y el Madrid
juegan a la misma hora (curiosamente la jornada después de igualarse
en el liderato), con lo que hay mucha gente con cascos en los
oídos en el estadio. “Había pensado en traerme la radio, pero al
final se me ha pasado”, le cuento a mi padre según nos sentamos.
Sí, yo soy de esos que todavía tienen radio. No tengo radio en el
móvil, ni Ipod, ni nada por el estilo.
El Atleti empieza bien, y en los
primeros compases mete en su área a un Granada que parece nervioso.
Nyon pega una patada al aire; Roberto lanza un par de saques de
puerta directamente fuera; Coeff hace un despeje hacia atrás...
Y los rojiblancos sacan el primer “huy”
en un centro desde la derecha de Juanfran que, tras un rebote, cae a
pies de Arda, que lo ve tan fácil que la manda con clase y con
pausa... al lateral de la red.
EL VIDEOMARCADOR INFORMA
Al cuarto de hora, el videomarcador
repica por primera vez. “¡Tinoninoní!”. Sevilla 0-1 Real
Madrid, anuncia. Y le transmito a mi padre que me temo una nueva
goleada de los merengues en el Pizjuan.
Unos minutos más tarde, Diego Costa es
el que lo intenta por la banda. Choca con Murillo y el central
colombiano queda tendido en el suelo. Entonces el Calderón ruge.
“¿Qué pasa? Tampoco ha sido para tanto”, le comento a mi padre.
“Ha marcado el Sevilla”, responden unas filas más atrás.
“¡Tinoninoní!”, contesta el videomarcador. Y efectivamente,
Sevilla 1-1 Real Madrid.
“¡Atleeeeeeeeeeeeti!
¡Atleeeeeeeeeeeti!”, grita la hinchada enloquecida.
EL ATLETI LO INTENTA
A renglón seguido, el Cebolla
(sorpresa en el once) se interna por la izquierda y pone un balón a
la frontal que de nuevo Arda manda fuera, esta vez más desviado.
“Hubiera estado bien que hubiésemos marcado en el mismo minuto que
el Sevilla”, le digo a mi padre sonriendo.
Pero el Granada responde con un corner
que Angulo remata fuera por poco y uno se da cuenta de que el corazón
le pega un vuelco. A priori es un partido sencillo, pero cuando los
granadinos atacan, te invade el miedo.
Y entonces llega el gol. En un
gili-corner, Arda la pone al
segundo palo, Godín gana por arriba a Angulo, y la pelota queda
franca para que Tiago la empuje de cabeza a la red. Me levanto y
celebro el gol... pero entonces me doy cuenta de que el linier ha
levantado la bandera por una falta del uruguayo en el salto.
Sólo cinco minutos más tarde, Gabi
(de nuevo inmenso al corte) se cuela en el área y pone un pase que
la zaga granadina despeja a corner. “¡Joder qué tensión!”, le
confieso a mi padre. Y el descanso llega con el 0-0 inamovible.
Y DE NUEVO DIEGO COSTA
Al descanso, el sentir es el de que no
se puede perder otra vez el liderato de primeras, como se hizo contra
el Almería.
El Atleti sale al segundo acto decidido
a encontrar el gol. Villa no está fino arriba. Le sobra un recorte y
le falta un segundo. Pero Diego Costa vuelve a capitalizar el ataque
colchonero. Avisa con un cabezazo en un corner que ataja Roberto casi
sobre la línea y sólo un minuto más tarde...
Nuevo corner para el Atleti, Sosa
(recién entrado por el Cebolla) la pone y ahora, sin oposición,
Diego Costa conecta un cabezazo perfecto a la red (1-0). 24 goles en
Liga; 32 en la temporada; el 100 del Atleti esta campaña (cifra que
no alcanzaba desde 1997).
Entonces pego un brinco y me abrazo a
mi padre con casi tanta fuerza como el día del derbi. “Joder, me
has hecho daño. Como ganemos la Liga me vas a matar”, me reprende
mi padre.
“Perdona, pero es que es mucha
tensión”, le respondo dándole un beso. Está ya viejo el pobre :)
OTRO "¡TINONINONÍ!"
El Granada vuelve a perder algún balón
fácil en su propio campo (pese a los apuros, para mí ha sido de los
rivales más flojos que han pasado por el Calderón), pero el Atleti
ya no aprieta con la misma intensidad que antes del gol. Raúl García
da el relevo a Villa y entonces, alguien canta unas filas más
adelante. “¡Ha marcado el Sevilla!”. Y uno abre los ojos y
comprueba como el rumor comienza a correr como la pólvora por la
grada. Los gritos y las celebraciones comienzan a extenderse.
Entonces me doy la vuelta y les grito a mis compañeros de butaca:
“¡Ha marcado el Sevilla! ¡Ha marcado el Sevilla!”. Y entonces,
compruebo cómo me miran, con una cara de incredulidad e inquietud,
como si estuvieran viendo una de esas pelis en las que, cuando
parece que ya han matado al malo, se les olvida rematarle y este
revive. Y me dicen “espera, espera”, con un gesto con la mano.
“Pero mirad, qué va a ser si no”, les insisto, señalando el
alborozo de la grada. Y “¡Tinoninoní!” viene en mi ayuda.
Sevilla 2-1 Real Madrid. Confirma el videomarcador. Y es que el
Madrid es un malo malísimo, pero si Manolo Lama dice que el Sevilla le ha marcado, es que le ha marcado.
Gabi está a punto de poner el segundo
en un nuevo disparo lejano que salva Roberto; Raúl García remata
arriba una internada de Costa; y el pitido final del árbitro es
celebrado como otro tanto.
Y EL MADRID ACABA
Entonces, pregunto a un tipo con cascos
sentado en la fila de delante (del Madrid, seguro, porque no cantó
ni un gol. Ni el nuestro, ni los del Sevilla): “¿Ha terminado el
Madrid?”. “Sí”, me responde escuetamente. Y como
buen periodista, informo a cada atlético que me encuentro: “¡Ha
perdido el Madrid! ¡Ha perdido el Madrid!”.
La radio nos confirma que el Real Madrid ha perdido. El Atlético de
Madrid incrementa su ventaja respecto al segundo (el Barça, a un punto) y el tercero (el Real Madrid, a tres y con el goal average particular perdido). Es la jornada 30 y aún restan ocho finales para que el
conjunto del Cholo Simeone pueda ver cumplido un sueño
Y mientras bajamos por las entrañas
del estadio, ebrios de felicidad, se vuelve a escuchar una canción creada el año de la primera UEFA Europa League (2010): “¡Volveremos
volveremos. Volveremos otra vez. Volver a ser campeones, como en el
96!”.
4 comentarios :
Alucinante. Lo vi por Canal Plus y hacía tanto que no sufría.... Y ahora la Champions.
En el fondo ahora ya es cuestión de unos pocos más de huevos porque salvo el último partido de Liga los demás se pueden ganar....
Igual hacemos doblete. Por soñar que no quede
Que gran recuerdo y similitud de esa época que yo no viví.
Te escribe Colchonero2012
Estos muchachos nos están regalando un año estupendo. Fijaté que a pesar de ser las 22:00 teníamos ambiente en el Calderón.
No sé si lo conseguiremos (espero que sí), pero estamos siendo el invitado incómodo. Llevan toda la temporada diciendo que vamos a caer de ahí. Y mañana comienza la jornada 31 y somos los líderes.
Como dicen mi paisano Miguel de Cervantes en boca de su personaje Don Quijote: ¡Ladran, luego cabalgamos, amigo Sancho!.
Nueva enhorabuena por tu crónica.
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