lunes, 13 de diciembre de 2010

Y ahora, que le bajen la cláusula

Hace algo más de dos meses, me mostré indignado con el hecho de que en la renovación del Kun se aumentaran los años (2015), su ficha (cerca de los seis millones de euros), pero no su cláusula. Por entonces, pensaba que la cifra para su salida no se movería (60 millones de euros), pero mi sorpresa y mi pesadumbre han aumentado al conocer que la verdadera intención es la de rebajar su cláusula. Primero se habló de hasta los 45 millones, ahora “sólo” hasta los 55 (lo que la dejaría en el mismo guarismo en el que estaba antes de la última renovación automática). En cualquiera de los casos, una manera de mantenerle en el mercado. Cada vez se me parece más a la prolongación que se firmó con Fernando Torres, el mismo año en el que fue vendido...
Y no soy el único. Kiko Narváez, un hombre que conoce la casa, comentaba anoche que es una “renovación agridulce” y que el bajarle la cláusula le recuerda al caso Torres.

¿MIEDO DEL CLUB O PRESIÓN DE LOS AGENTES?
El hecho de que se esté dilatando tantísimo la firma
no sé si viene motivado por el “miedo” de la directiva a la reacción de la parroquia ante un descenso del precio del Kun (ya se ha hablado de tres distintos), o a que también haya un interés por parte de los agentes del argentino en que esa cláusula descienda y se está negociando.
Sea como sea, si cobra más, es lógico que su precio de salida también ascienda. Y ése debería ser el objetivo de un club serio que pretende llamarse “grande” (Si no, que miren la política de cláusulas del Barça en las renovaciones de Messi o de Piqué).

LA DESGRACIA QUE NOS TOCA VIVIR...
Y ésta es la desgracia que nos toca vivir a los aficionados contemporáneos de este Atlético de Madrid. En vez de estar escribiendo una crónica exaltando los múltiples valores del argentino (velocidad, habilidad, liderazgo, sangre fría de cara al gol...), deleitándome en la descripción de cada una de sus preciosistas jugadas, y regocijándome en la dicha de que tamaño jugador milite en nuestras filas; tengo que empezar denunciando la labor de nuestra directiva en su renovación por el auténtico miedo que me atenaza cuando pienso que cada jugada, cada recorte, cada gol, cada “Kun, Kun, Kun”, es uno más cerca del último...

LLEGUÉ JUSTO PARA LA OBRA DE ARTE
El sábado entré al Calderón siete minutos tarde
. Salí de Ciudad de la Imagen a las nueve y media con el objetivo de llegar justo cuando comenzara el partido. Aparqué lejos y mal (ni en las aceras había hueco) y salí a la carrera rumbo al estadio. Cuando asomé por el vomitorio, Kun recibía un pase en profundidad de Reyes. Mientras subía por las escaleras de espaldas, con la vista puesta en el césped, presencié cómo Agüero humillaba por velocidad al lateral deportivista Seaone, recortaba a Aythami, y definía con maestría el 1-0. Justo a tiempo para darle un abrazo a mi padre. Justo a tiempo para entonar el “¡Kun, Kun, Kun!”. Llegar y besar el santo.
Sin tiempo de quitarme los goterones de sudor de la frente, me informaban de que Forlán había fallado un penalti cometido por Aranzubía sobre el propio Agüero, y mi padre sentenciaba que el portero había merecido la expulsión. Parecía que el Atleti, esta vez sí, había salido con la actitud necesaria. ¡Qué mejor manera de desactivar la tan cacareada defensa de cinco gallega!

GRAN PRIMERA MITAD
La primera parte fue un vendaval rojiblanco, que a cada minuto me hacía lamentar por qué no se jugó así frente al Aris. Forlán intento resarcirse de su error con un disparo lejano y con una falta magistral que Aranzubía salvó a la madera. Tiago estuvo especialmente entonado, haciendo cambios de juego muy oportunos y manejando el ritmo del partido, convirtiéndose por momentos en el tan necesitado organizador. Incluso llegó desde atrás para rematar alto un centro desde la izquierda de Filipe Luis. El lateral brasileño también estuvo más acertado, dejando algunos detalles de clase por los que se le ha fichado. Aunque atrás dejó algún hueco que tapó un Domínguez impecable.
Dentro del escaso trabajo que tuvo la zaga rojiblanca, el central madrileño dio muestras de estar “desbloqueado” y de que forzosamente tiene que ser una pieza clave en nuestra defensa.
Una defensa de la que salió Diego Godín. Doce millones de euros mediante (sino más, que aún no lo tengo muy claro), el llamado a ser baluarte de nuestra retaguardia, el sábado se quedó en el banquillo castigado por algunos de sus últimos fallos. Pese a que pueda haber hecho deméritos, Quique no lo tiene nada claro. Frente al Deportivo, alineó su 45º once distinto en 45 jornadas ligueras, algo sobre lo que escribí el pasado viernes y les invito a leer debajo de esta crónica. Increíble.

EL KUN AHORA SÍ DEFINE
Pero volvamos al Kun.
Dentro del monólogo colchonero era necesaria la llegada de un segundo tanto que evitara sorpresas desagradables como las últimas vividas. Y éste lo puso nuevamente el Kun. Inició la jugada tras revolverse en un saque de banda y encontrar a Raúl García, el navarro le devolvió la pared en profundidad, y Agüero apuntilló con la frialdad de un “killer” y la clase de un artista (2-0). Suavito, a la izquierda de Aranzubía, con el exterior, con calma, sin prisa.
Esta definición es la mejor de las noticias. El Kun nos preocupó el año pasado fallando varios manos a mano de esos que los cracks no perdonan. Pero este año ese nerviosismo parece haber quedado atrás. Sus últimos tres unos contra uno ante Espanyol, Aris y Depor lo demuestran. Finalizaciones impecables y sin pestañear en el momento decisivo. Dignas de un hombre de muchos millones de euros y cuya cláusula debería revalorizarse. Y no al revés.

SOBRÓ LA SEGUNDA PARTE
Con el partido sentenciado, la segunda parte fue un auténtico sopor, con un Atlético sin intención de inflar una alegría para su afición tras las últimas afrentas, y un Depor totalmente inoperante, sin delanteros, y que no juega a nada. Los blanquiazules se marcharon sin disparar ni una sola vez a puerta. Como dijo mi padre “el peor equipo que ha pasado por el Calderón”. Sufrirá.
Sólo los regates de Reyes, que dio la noche a Seaone junto al Kun, y una jugada en la que Agüero estuvo a punto de marcar su hat-trick, tras desbordar al guardameta, nos despertaron del hastioso frío. Una lástima que el argentino no lograra hacer su tercer tanto, idéntico número a los besos que había dado al pequeño Benjamín antes de comenzar el partido. Al dejarlo en brazos de su madre, el niño rompió a llorar con un sonoro llanto. Y es que, desprenderse del Kun duele. Esperemos no vernos llorando este verano...

5 comentarios :

Santi Riesco dijo...

Tu padre y mi hermano mayor coinciden en sus diagnósticos (expulsión del portero y el Depor como peor equipo que ha pasado este año por el Calderón).

Esta vez tu crónica me ha molado mucho más. Es más personal. Ya sabes que soy de los que opinan que para leer una crónica fría me meto un repaso a los periódicos y punto.

Me gusta darme un paseo por los blogs porque en ellos se puede leer lo que no se cuenta en los periódicos.

Un abrazo.

Santi.

Jose I. Fernández dijo...

¿Y no tiene nada que decir sobre la renovación del Kun Agüero, señor Santi?
Porque como habrá comprobado por la temática de mi crónica, el tema consume mis pensamientos...

Un abrazo

Tartarus dijo...

Pues sí parece un poco raro lo de la renovación de Agüero , sí quieres edificar el equipo sobre el argentino , blíndalo con una claúsula que ahuyente a posibles compradores y sobretodo le quites de la cabeza al jugador cualquier atisbo de que quieres desprenderte de él o de facilitarle la salida .

Un saludo

atletista sin solución dijo...

José, estoy de acuerdo contigo, pero prefiero no comerme la cabeza y disfrutar de Agüero mientras esté.

Levamos mucho tiempo diciendo que este año se va, pero sigue aquí. Creo que estará hasta que él quiera y de momento quiere.

El problema del Atleti es que hoy día no es un equipo grande y ningún jugador tiene dudas de continuar en el Barça, pero sí de continuar en el Atleti.

Un saludo.

Asun Gómez dijo...

Eso mismo que cuentas comentaba yo en la peña viendo el partido, después de cada gol y cada jugada: "Ojalá Abramovich se haya ido a dormir temprano y no esté viendo el partido". Prefiero no pensarlo para no sufrir antes de tiempo, pero el verano que vamos a pasar, con la angustia cada mañana de que las noticias nos pueden decir que el Kun ya no vestirá más la rojiblanca.

Desde luego, lo que no pase en esta SAD, es que no es posible. Cada esperpento supera al anterior. La última, la jugada de Simao al Besiktas, que tiene toda la pinta de ser la de Maxi el invierno pasado. Cada mercado, la misma historia, y aquí nadie protesta. Una verdadera lástima.

Un abrazo.